"Nunca creí que estaba predestinado para ser Presidente, nadie lo está. Pero debo a mi país cada oportunidad que me ha dado en la vida. Me ha dado más de lo que yo le puedo ofrecer." El Senador John McCain celebró en el Hotel Fairmont de Dallas, la que es la culminación de un esfuerzo que comenzó hace ya más de ocho años. A su segundo intento, y a los 71 años, el Senador por Arizona se ve más cerca que nunca de la Presidencia. Rodeado de un buen número de seguidores, emitió un discurso muy bien construído y focalizado en su más importante fortaleza: la Seguridad Nacional y el Liderazgo.
"América está en guerra en dos países, y envuelto en una larga lucha con los extremistas violentos que nos desprecian a nosotros, a nuestros valores y a la modernidad misma. Es de poca utilidad para los americanos que los candidatos eviten los muchos y complejos desafíos de esas luchas, volviendo a litigar sobre decisiones del pasado." Y, apoyado en la evolución de la opinión pública, insistió en su compromiso de dar un final razonable al conflicto en Iraq, excluyendo los argumentos derrotistas. "Los americanos saben que el próximo Presidente no está para re-hacer esa decisión. Estamos en Iraq y nuestros más vitales intereses de seguridad están claramente involucrados allí. El próximo Presidente debe explicar cómo él o ella pretende llevar esa guerra a la conclusión más rápida posible."
Para hoy está previsto que el Senador McCain visite la Casa Blanca para hacerse la foto y el apretón de manos con el Presidente George W. Bush, después de lo cual visitará las oficinas del Comité Nacional Republicano en Washington DC donde ya, como candidato oficial, tendrá todo la maquinaria del partido a su disposición.
miércoles, 5 de marzo de 2008
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