David Stokes aporta una idea que ya sonó hace tiempo. Que John McCain se decida por hacer campaña para ser Presidente de un sólo mandato de cuatro años. Los defensores de tal idea mantienen que esa estrategia permitiría a McCain ganarse el favor entusiasta de los más conservadores, llevando a un joven presidenciable conservador como running-mate, y ofrecer cierto respiro a unos electores saturados de campañas electorales que empiezan el día siguiente de que termine la anterior.
La "campaña permanente" tiene su parte de responsabilidad en la polarización que se vive en el país desde los años 90. Coincide, además, con el final de dos Presidencias consecutivas de ocho años cada una, algo que no ocurría desde hace casi cincuenta años. La idea de un Presidente que dedique cuatro años a no hacer política electoral y a unir al país podría ser una idea atractiva. Aunque al interesado no parece que de momento le haga mucha gracia la idea. The Case For a Single McCain Term
(...) On November 8, 1904, President Theodore Roosevelt followed the election returns coming in via telegraph to the White House. He was running for his own term, having succeeded William McKinley who had been assassinated in 1901, just six months into his presidency. Roosevelt was immensely popular – viewed by the Democrats as virtually unbeatable, with men like William Jennings Bryan and even former President Grover Cleveland refusing to run against him. It fell to one Alton B. Parker, a New York Court of Appeals Judge, to be the sacrificial Democratic lamb that year – his ticket balanced by an 81 year old millionaire from West Virginia. TR won by nearly twenty percentage points in the popular vote.
Sitting in the White House that evening with his wife, Edith, and a crowd of friends, he stunned his guests, not to mention his spouse, by announcing that he would not be running for reelection four years later. That was an odd way to celebrate a great victory – but it was far from impulsive. He kept his promise in 1908, leaving the White House on March 4, 1909 more popular than ever. (...)
domingo, 17 de febrero de 2008
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7 comentarios:
Ya sería raro que aceptara. Y sin embargo tiene sentido porque es verdad que el sistema tiene uno de sus vicios adquiridos en la idea de un primer mandato estresante pensando en la reelección y un segundo mandato en el que todo el legado se deja para los dos últimos años, cuando ya se es un pato cojo. Tal vez la solución sería algo intermedio, tipo un solo mandato de 5-7 años. O algo asì.
¿A la mexicana? Un sexenio para cada Presidente. En ese caso se sienten obligados a destacar más que sus antecesores y sin la contención de la opinión públcia. Todo tiene sus riesgos.
Pero es verdad que hoy en día, también en gran medida por los medios de comunicaicón, cada evz se adelanta más el periodo electoral. Dos años anets de la reelección ya todo se hace pensando en ello. No hay más que recordar todo lo que Bush hizo entre 2002 y 2004 con tald e asegruarse la reelección. Subsidios a punta pala para los agricultores, la extensión de lso beneficios sanitarios, haciendo un mal cálculo económico de lo que finalmente terminaría costando la operación, también las prisas para intervenir en Iraq estaban sujetas alc alendario electoral, etc. Logró la reelección, sí, pero a costa de tener uns egundo mandato problemático.
Las estrategais de reelección siemrpe se diseñan pensando que todos e acaba el día después de haber cosneguido la reelección.
La idea de la reelección para controlar al presidente es en origen estupenda pero con el tiempo todo se tuerce, màs con la presión de los medios, claro. No digo que urja cambiar el sistema pero tampoco vale echarle la culpa de todo a los políticos, el sistema tiene sus vicios y todo es muy complejo.
En este caso sería el VP que desde el principio ya estaría haciendo campaña.
si entra en la presidencia anunciando que sólo se queda un mandato yo creo que sería un lame duck casi desde el minuto uno. Antes de medio mandato ya estarían pensando en las siguientes primarias, con un vicepresidente dedicado a hacer campaña... no sé, creo que gran parte de la fuerza de la que muchos presidentes disfrutan en su primera legislatura nace de la percepción de que probablemente se va a quedar cuatro más. Quién sabe
Sí. El problema es que aunque él tomara ese compromiso a título individual, el resto de actores en el proceso político (rivales, congreso, medios de comunicación, aspirantes a la sucesión, etc.) no entrar en ese compromiso.
Tenéis razón, quitas un problema y creas otros.
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