lunes, 18 de febrero de 2008

Kennedy-Johnson: un ticket de compromiso

El secreto del éxito de John F. Kennedy en lograr la nominación presidencial de su partido en 1960 estuvo en su formidable organización de campaña. Se apoyó en el dinero de la familia y en operativos de total confianza como su hermano Bobby, que ejerció como campaign manager. En aquel entonces la mayoría de los delegados de la Convención eran designados por los grandes barones territoriales del partido. Eran un número muy limitado de estados los que celebraban primarias para asignar sus delegados. Estas servían para darse a conocer y demostrar ante los jefes del partido cual de los presidenciables tenía mayor atractivo popular.

No todos los pretendientes a la Presidencia decidían participar en el limitado proceso de primarias. El único rival serio del Senador Kennedy había sido el Senador Hubert Humphrey, de Minnesota. La mayoría de pesos pesados optaron por esperar a la Convención para convencer a los delegados. Pero el éxito de Kennedy en las primarias no había pasado desapercibido, y este llegaba a la Convención también con el favor de una mayoría de delegados no electos, al haber sido capaz de cultivar una estrecha relación con los poderosos barones demócratas de las grandes urbes.

La Convención Nacional Demócrata tuvo lugar en el Memorial Sports Arena de Los Angeles, famoso por ser el pabellón de los Lakers en aquella época, entre los días 12 y 15 de julio de 1960. Kennedy parecía partir con una cómoda ventaja, pero persistía el peligro que representaban las maniobras por separado del ex Gobernador Adlai Stevenson, de Illinois, y el Senador Lyndon Johnson, de Texas.

El desafío planteado por la alternativa Stevenson llegó desde la delegación de Minnesota: el Senador Humphrey, que había apoyado a Kennedy tras su retirada de las primarias, se cambió de bando y se subió al carro de Stevenson. El otro Senador de Minnesota, un joven Eugene McCarthy, también apoyaba a Stevenson. Stevenson no constituía una amenaza seria, pero sí podían poner en peligro el interés de Kennedy por asegurar su triunfo en una primera votación para evitar llegar al escenario de nominación de un candidato de consenso.

La verdadera amenaza la representaba el Senador Lyndon Johnson, el demócrata más poderoso del Senado en su condición de Majority Leader. Muy popular dentro del partido por su eficaz labor en el Senado, estaba apoyado por los magnates de los estados petrolíferos. El protopotentado H.L. Hunt, que años después inspiraría el popular personaje de JR Ewing en la ficción, se dejó ver por el Memorial Sports Arena. Johnson contaba también con el apoyo de los hombres de ordeno y mando de la delegación de Texas, encabezados por el temido Speaker of the House Sam Rayburn.

Estos hombres sabían que Johnson no podía convencer ya a nivel individual a los delegados. Su estrategia se basaba en el control del Congreso: Rayburn era el líder de una Cámara de Representantes ampliamente controlada por los demócratas -en un 65%-, y Lyndon Johnson era conocido en el Senado como el "trabajador milagroso" por su talento para someter a sus compañeros y asegurar la aprobación de importantes proyectos. La red de deudas y favores acumulada por estos dos personajes en el negocio legislativo, los hacía confiar en poder lograr el compromiso de los Senadores que lideraban a los Superdelegados de cada delegación.

En los cuatro días de convención, no faltaron rumores y trucos sucios para menoscabar al front-runner, incluído un movimiento, supuestamente espontáneo, de "Stop Kennedy". Pero fracasaron. El Senador Kennedy logró sobrepasar el número de delegados necesario para ser nominado -761. Llegó hasta los 806. Johnson se quedó en los 409. La potente organización que Kennedy había logrado poner en marcha durante meses, volvió a imponerse con éxito, y demostró su eficacia en la consecución de apoyos fundamentales como la del Gobernador David Leo Lawrence, de Pennsylvania, uno de los grandes jefes del aparato.

Sólo faltaba por conocer quién completaría el ticket demócrata. Para ganar la nominación, los esfuerzos de Kennedy se habían dirigido a convencer sobre todo a Gobernadores y Senadores del Oeste y Medio Oeste. A muchos de ellos había hablado sobre la Vicepresidencia o puestos clave en su futuro Gabinete. En el proceso Kennedy se había destapado como un astuto calculador.

Para contener la rebelión de la delegación de Minnesota, había engatusado a su Gobernador, Orville Freeman -de 42 años-, con la Vicepresidencia. "El Gobernador Freeman estará entre los primeros que serán considerados. No creo que su juventud sea una calamidad", dijo Kennedy a los medios de comunicación. Así se ganó el compromiso de Freeman, quien presionó en favor de Kenendy en su delegación, enemistándose con la mayoría de demócratas de Minnesota que abogaban por Adlai Stevenson, y poniendo en riesgo su propia reelección como Gobernador ese mismo año.

Kennedy también invitó a su suite en el Hotel Biltmore de Los Angeles a los Gobernadores Herschel Loveless, de Iowa, y George Docking, de Kansas. El propósito era el mismo. Convencerlos de comprometer a sus delegaciones a favor de Kennedy, a cambio de sugerirles la Vicepresidencia. Loveless ya había escuchado los rumores que señalaban a Freeman como potencial candidato a VP, pero Kennedy le dijo que lo olvidará y pensara que Freeman era demasiado joven para el puesto. "Debe ser alguien del medio oeste, Hersch. Y recuerda, Orv es más joven que tú". El Gobernador Loveless salió de la reunión lleno de orgullo y dispuesto a convencer a los delegados de su estado que votaran por Kennedy.

Más de lo mismo ocurrió con la delegación de Washington. El Gobernador del estado era un católico, por lo que no colaría presentarlo como potencial running-mate. Pero sí en cambio el Senador Henry "Scoop" Jackson. El hermano del candidato, Bobby Kennedy, habló con la gente del Senador Jackson. "Scoop es mi elección personal, y a mi hermano le gusta Scoop". Sólo tenían que ofrecerles un poco de ayuda y unos cuantos compromisarios a cambio.

Los tuvieron, pero si te he visto no me acuerdo. También habían ventilado el rumor de que el Senador Stuart Symington, de Missouri, que competía por la nominación presidencial, sería el running-mate. El objetivo, precipitar la retirada de este de la competición para apoyar a Kennedy. Con él se unirían a la causa de Kennedy importantes delegacioens como Illinois o Michigan.

Una vez lograda la nominación, mirar a noviembre suponía descubrir la incómoda necesidad de un pacto con el Sur. A pesar de que el Sur era todavía territorio fiel al Partido Demócrata, algunos colaboradores de Kennedy le recordaban constantemente la derrota en siete estados sureños de otro católico, Al Smith, en las elecciones presidenciales de 1928. Phil Graham, editor del Washington Post y gran amigo de Lyndon Johnson, había asegurado a Kennedy desde los primeros días de la convención que, contrariamente a la impresión general, Johnson estaría dispuesto a aceptar la Vicepresidencia si se la ofrecía.

Aunque coincidentes en la necesidad de incluir a un sureño en el ticket, muchos componentes del equipo de Kennedy, incluído su hermano Bobby, se oponían a la idea. El Senador Kenendy les dijo que le ofrecería ser su running-mate por pura cortesía, pero que estaba convencido de que Johnson no aceptaría dejar un puesto poderoso como el de Majority Leader del Senado por ser un Vicepresidente de compromiso. Bajó del noveno al séptimo piso del Hotel Biltmore, y ofreció el puesto a Johnson. Este aceptó de inmediato, aunque dijo no estar muy interesado.

Aquella mañana Kennedy se reunió en su suite con algunos de sus aliados para informarles de su decisión, y se encontró con la oposición frontal de muchos liberales del Noreste. Walter Reuther, líder de la central sindical AFL-CIO, mostró su desacuerdo, así como el poderoso Gobernador Dave Lawrence, de Pennsylvania. Los políticos del Medio Oeste también se sentían engañados por las repetidas promesas de Kennedy de seleccionar a uno de los suyos.

Bobby Kennedy visitó a Johnson para decirle que JFK había cambiado de opinión por la falta de acuerdo y la oposición que había encontrado. Johnson llamó a JFK para pedirle una confirmaicón de lo que Bobby le estaba diciendo, pero no la encontró. Volvió a decirle que era su elegido. En este punto nacería la famosa enemistad entre Lyndon Johnson y Bobby Kennedy. El candidato pidió ayuda al Speaker Sam Rayburn para garantizar una confirmación unánime de Johnson como candidato a la Vicepresidencia. "No somos candidatos a nada", le dijo Rayburn. "Pero si quieres a Johnson y a Johnson le parece bien, saldré y os lo conseguiré. Tu ve y di que lo necesitas y lo quieres."

John F. Kennedy volvió a dirigirse a sus desconfiados aliados, y les convenció utilizando un argumento que visto hoy resulta paradójico: " Tengo 43 años, y soy el más saludable candidato a la Presidencia. Habéis viajado conmigo lo suficiente para saberlo. No voy a morir en el cargo. Así que la Vicepresidencia no significa nada. Estoy pensando en algo más, el liderazgo en el Senado. Si ganamos, será por un escaso margen, y no sería capaz de convivir con Lyndon Johnson como líder de la mayoría en el Senado." Video de la Convención Nacional Demócrata de 1960 (Real Player).

Las fichas -a fecha de 1960- de algunos de los nombres que fueron considerados por Kennedy para el puesto de VP:

George Docking (56 años) - Gobernador de Kansas desde 1957. Recaudador de fondos de la campaña presidencial de Adlai Stevenson en 1952. Trabajó en la banca y como hombre de negocios en el sector energético. Graduado por la Universidad de Kansas.

Orville Freeman (42 años) - Gobernador de Minnesota desde 1955. Miembro fundador del Democratic-Farmer-Labor Party de Minnesota. Sirvió en la Segunda Guerra Mundial. Graduado en derecho por la Universidad de Minnesota.




Henry Jackson (48 años) - Senador por Washington desde 1953. Miembro de la Cámara de Representantes por Washington (1941-1953). Graduado en Derecho por la Universidad de Washington.



Lyndon Johnson (52 años) - Senador por Texas desde 1949. Líder de la Mayoría en el Senado desde 1955. Miembro de la Cámara de Representantes de EEUU por Texas (1937-1949). Jefe de la Texas National Youth Administration (1935-1937). Durante la Segunda Guerra Mundial sirvió en el Pacífico Sur. Graduado por la Southwest State Teachers College.


Herschel Loveless (49 años) - Gobernador de Iowa desde 1957. Candidato fallido a la Cámara de Representantes en 1954. Alcalde de Ottumwa (1948-1952)


Stuart Symington (59 años) - Senador por Missouri desde 1953. Secretario de la Fuerza Aérea de EEUU (1947-1950). Presidente de Emerson Electric Company (1937-1945). Presidente de Rustless Iron and Steel Corporation (1935-1937). Graduado por la Universidad de Yale.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Estupendo relato. Desde luego es preferible el sistema de primarias actual que las cacicadas de antes. Sigue habiendo chanchullos pero al menos interviene màs gente. Quizás ahora el problema es que todo se hace de cara a los medios.

Antxon G. dijo...

Entonces lo que importaba era la negociación. Ahora lo que importa es la comunicación.

Antiguamente podían surgir figuras inteligentes, preparadas y brillantes, que no tenían que pasar la prueba de la fotogenia y manejarse bien en los emdios. Hoy en día, muchos políticos que tendrían cualidades de grandes gestores y políticos, ni siquiera pueden plantearse en presentarse a la Presidencia, porque no pasarían la prueba mediática.

Por eso vemos cada vez vemos menos a los líderes legislativos lanzarse a la carrera. Hoy en día los medios se fijan más en los legisladores o Gobernadores que tengan algo especial. Algo que tenga fuerza para la televisión y los medios masivos. Por eso nos encontramos mucho con Senadores o Gobernadores que no tienen la mayor experiencia, o el mejor curriculum, etc. Pero que se reivindican a través de su presencia en los medios.

Anónimo dijo...

aunque hay poca informacion al respecto, es muy probable que kennedy hubiera pensado alguna vez en el gobernador de California, Pat Brown, para responder al reto de Nixon, de nombrar como su compañero de formula,a un paisano suyo, Henry Cabot Lodge,

Antxon G. dijo...

El problema es que Pat Brown era católico igual que Kennedy.

Anónimo dijo...

En eso tienes razón, es más facil desequilibrar la fórmula geografica: Norte-Sur, o Sur-Norte (Ejemplo: Clinton-Gore 1992: dos sureños), que haiga dos compañeros de fórmula procedentes de una minoria étnica o religiosa,