lunes, 21 de julio de 2008
Apostad por Evan Bayh (si vais a apostar)
Ni soy adivino ni dispongo de información interna de las campañas. Pero después de dieciseis meses de seguimiento diario de todas las informaciones de esta larga campaña presidencial, me siento en disposición de arriesgarme a hacer predicciones. El Gobernador Mark Warner, mi favorito, se autodescartó. Lo mismo hicieron Ted Strickland, la opción posibilista para ganar las elecciones, Jim Webb, el media-darling, y Jack Reed, el ex marine de Rhode Island -el estado más demócrata de la Unión. Al Gore dijo ayer mismo en la televisión nacional que ocho años como Vicepresidente habían sido más que suficientes. El rumor Sebelius -o Napolitano- se va deshaciendo desde que los medios dan por hecho que John McCain seleccionará a un hombre -Mitt Romney. Y Ed Rendell no parece necesario para ganar en Pennsylvania.
Hasta hace poco estaba convencido de que Obama se haría acompañar por un católico. En la supuesta lista de potenciales vices aparecían más católicos -o blancos étnicos si incluímos al judío Rendell- que protestantes. Pero en el último mes Obama ha sido capaz de alejar la batalla de estados de gran tradición católica -Pennsylvania, New Jersey, Michigan o Wisconsin- para llevarlo a estados de tradición libertaria -Colorado, Nevada o Montana. Superados, en apariencia, y dando por hecho que McCain irá con Romney, los miedos a reproducir la debilidad manifestada en las internas entre mujeres y blancos étnicos del rust belt, la elección para Obama se sitúa entre la experiencia y esa "cosa del futuro" que ha dominado su retórica.
A día de hoy Joe Biden representaría mejor que nadie el camino de la experiencia, el conocimiento del juego legislativo, las credenciales en política exterior, y el nexo con la generación de políticos de las dos décadas anteriores, todavía dominantes en el Capitolio. En el otro extremo tenemos al Gobernador Tim Kaine con su juventud, poca experiencia, nula en el ámbito federal, cara nueva, perfil discreto. Hace dos años no era nadie. Costaría verlo de eventual Presidente; sería el Presidente menos creíble desde que Chester Arthur, con seis meses de Vicepresidente como única experiencia en un cargo electo, sucedió al asesinado James Garfield.
La opción heterodoxa sería el republicano Chuck Hagel. Seguro que a Obama le gustaría imitar a Abraham Lincoln cuando este escogió al demócrata Andrew Johnson. En sus sueños de grandeza podría llegar a ver algún paralelismo entre los War Democrats, demócratas que rompieron con su partido durante la Guerra Civil para apoyar las políticas militares del Presidente Lincoln, con los republicanos que se distancian de la política belicista del Presidente Bush, siendo Hagel el mayor y casi único exponente de esta especie. Menos probable es que el liderazgo demócrata del Congreso acepte la idea. Hagel es un republicano conservador en todos los asuntos, los desencuentros con sus camaradas se limitan sólo a Iraq. Su entorno de confianza es ajeno al aparato del Partido Demócrata, y en caso de tener que asumir la Presidencia, el partido podría perder el control sobre la agenda política de la Casa Blanca.
Y llegamos a Evan Bayh. Este podría encajar por igual en la experiencia de Joe Biden, y el tirón generacional de Tim Kaine. Pero mejoraría a ambos. A diferencia de Biden, Bayh cuenta con experiencia ejecutiva de ocho años como Gobernador, credenciales en el ámbito de la economía y empleo, y a diferencia de Kaine, aparenta presidencial. Cuanta con el cariño del matrimonio Clinton, en especial de Bill, que jamás enfrentaría su selección. Como miembro moderado del DLC, participó en la transformación del partido hacia un mensaje más práctico en temas fiscales, que permitió atraer al lado demócrata muchos estados, más bien liberales en lo social pero conservadores en lo económico -California, Pennsylvania, New Jersey- que desconfiaban del viejo populismo económico que predicaba el partido.
Podría generar dudas en los sectores más liberales del partido. Votó a favor de la enmienda a la quema de banderas nacionales, no está muy valorado por los pro-abortistas de NARAL, y apoyó la enmienda Kyl-Lieberman que algunos creen que daba vía libre a una intervención militar en Irán -76 de los 100 Senadores votaron a favor. Pero nada que Obama no pueda contener. Además, está vinculado al partido por fuertes lazos familiares. Es hijo de uno de los grandes referentes modernos de la izquierda del partido.
Para el decisivo votante independiente la selección de Bayh sería una muestra de criterio y buen juicio, y recuperaría cierta nostalgia el buen sabor que dejó la fórmula Clinton-Gore. Los jóvenes vecinos sureños pasarían este año a ser los jóvenes vecinos del Medio Oeste. Al igual que Arkansas y Tennessee, Illinois e Indiana comparten límite y un mismo espacio regional en crecimiento -Medio Oeste- que este año podría jugar un papel protagónico. Si tuviera que apostar por alguien lo haría por Bayh. Haced lo mismo. Sólo es un consejo. Conoceremos la decisión en la semana del 18 al 22 de agosto, dependiendo el día exacto de la agenda de los Juegos Olímpicos de Pekín. Un día que el público no esté más interesado por la suerte de algún atleta nacional.
*Acabo de escribir para la wikipedia la biografía completa en español de Evan Bayh, y de paso también la de su padre Birch Bayh.
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3 comentarios:
Yo creo que no hay otra opcion mejor desde todo puto de vista. Aparte Bayh seria un excelente presidente en ocho años. Lo seria hoy. Nadiepodria discutirlo. Por otro lado esta claro que el vicepresidente solo sirve para ganar un estado o un grupo. Es mas dudo de eso tambien. Kerry es catolico y perdio alli, por eso creo que un Vp no tiene ese peso.
Pero la imagen de Bayh es perfecta, no solo apostaria por sus posibilades e ser elgido sino por que es un politico excelente.
Los Estados no tienen frontera sino limite, las fronteras son con Canada y Mexico.
Eso nada mas.
Tienes razón. Queda mejor "límite". Lo que ocurre es que en el inglés se utiliza la misma palabra para ambos casos, "border".
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