No hay que minusvalorar la relevancia histórica que han adquirido en la sociedad norteamericana los grandes iconos de la industria de la imagen. Marilyn, Elvis, John Wayne... todos ellos son mucho más que simples referencias musicales o cinematográficas.
Tenemos a JFK que en una época muy concreta de auge del consumo audiovisual se convirtió en uno de esos fetiches venerados como ídolos.
Luego tenemos a Reagan quien en lugar de hacer de su imagen o marca un objeto material de culto, prefirió utilizar sus dotes comunicativas para recuperar la mitología cohesiva. se hacía en aquella época fueron de la mano como muy pocas veces ha ocurrido. La típica representación de la clase media con su coche familiar de color marrón en el garaje de una tranquila urbanización residencial de la América soleada del Oeste. Reagan no se convirtió en icono pop hasta después de su Presidencia, pero durante la misma la transmisión de su mensaje convirtió en iconos populares a ET, Robocop, JR, o Rambo. Más que nunca, volvían a salir ídolos artificiales, a tavés del cine o la TV.
Son dos ejemplos sobre cómo el éxito en la política nacional ha estado estrechamente vinculada a la utilización de símbolos audiovisuales que mantienen una relación de semejanza con aquello que se quiere representar en el discurso político.
hay que leer a Shills y a Bell, como a toda la Escuela de Chicago. Ellos explican como el sistema americano de radiodifusion fue fundamental para la construccion de una identidad nacional. Por ser grandes empresas, centralizadas y dirigidas desde la metropolis. Tambien Lazarsfeld y Laxwell, para ver como se ganan guerras en el s. XX
3 comentarios:
Por suerte o por desgracia, yo diría que por desgracia, hay otro Presidene que sí es un icono pop.
No hay que minusvalorar la relevancia histórica que han adquirido en la sociedad norteamericana los grandes iconos de la industria de la imagen. Marilyn, Elvis, John Wayne... todos ellos son mucho más que simples referencias musicales o cinematográficas.
Tenemos a JFK que en una época muy concreta de auge del consumo audiovisual se convirtió en uno de esos fetiches venerados como ídolos.
Luego tenemos a Reagan quien en lugar de hacer de su imagen o marca un objeto material de culto, prefirió utilizar sus dotes comunicativas para recuperar la mitología cohesiva. se hacía en aquella época fueron de la mano como muy pocas veces ha ocurrido. La típica representación de la clase media con su coche familiar de color marrón en el garaje de una tranquila urbanización residencial de la América soleada del Oeste. Reagan no se convirtió en icono pop hasta después de su Presidencia, pero durante la misma la transmisión de su mensaje convirtió en iconos populares a ET, Robocop, JR, o Rambo. Más que nunca, volvían a salir ídolos artificiales, a tavés del cine o la TV.
Son dos ejemplos sobre cómo el éxito en la política nacional ha estado estrechamente vinculada a la utilización de símbolos audiovisuales que mantienen una relación de semejanza con aquello que se quiere representar en el discurso político.
hay que leer a Shills y a Bell, como a toda la Escuela de Chicago.
Ellos explican como el sistema americano de radiodifusion fue fundamental para la construccion de una identidad nacional. Por ser grandes empresas, centralizadas y dirigidas desde la metropolis.
Tambien Lazarsfeld y Laxwell, para ver como se ganan guerras en el s. XX
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