Continúa el pique entre Hillary y Obama entorno a Irán. Todo a cuenta del apoyo de la Senadora Clinton a la resolución impulsada por los Senadores Jon Kyl (R - Arizona) y Joe Lieberman (D - Connecticut), en la cual se pide a la Administración Bush que declare organización terrorista a la Guardia Revolucionaria de Irán. La resolución fue aprobada por una amplia mayoría de consenso -76 votos contra 22-, pero el Senador Obama, en su desesperación, proclama que con ese voto Hillary está otorgando al Presidente Bush un cheque en blanco para lanzar una guerra contra el país asiático, buscando así la asociación de este último voto con el voto favorable emitido hace cinco años por Hillary para legitimar la intervención en Iraq. Lo que no quiere contarnos el Senador es cuales puedan ser las consecuencias de que un candidato presidencial, como él dice ser, declare en público, como él declaró, que estaría dispuesto a reconocer a los líderes iraníes. Y cual de las dos posturas es más peligrosa para los intereses nacionales de los Estados Unidos.
El Senador por Illinois está echando por la borda esa imagen de líder presidenciable que parecía tener hace algunos meses. Lo está haciendo al utilizar los debates sobre cuestiones de estado demasiado sensibles para atacar a una candidata que si por algo se ha destacado hasta ahora entre los demócratas es por parecer más preparada para cargar sobre sus hombros con la difícil responsabilidad de tomar decisiones y soportar las presiones que acompañan al cargo al que aspira.
Barack Obama no parece comprender que es difícil conocer cual será la situación después de que el nuevo Presidente entre en funciones. Hillary sí lo comprende, y de ahí su inteligente resistencia a privarse de antemano de opciones en materia de política exterior y Seguridad Nacional. Tenemos una candidata que sabe que quiere ser Presidenta, compitiendo con un muchacho que parece estar aspirando a ser reelegido en su escaño senatorial para dedicarse sólo a emitir un voto no decisivo protegido por otros noventa y nueve votos. Ser Presidente es otra cosa.
sábado, 27 de octubre de 2007
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17 comentarios:
Estás hecho un halcón, Antxón.
Votar a favor de que la Guardia Revolucioanria Iraní sea considerada organización terrorista para los Estados Unidos, es una cuetsión de sentido común. Si Obama fuera el nominado demócrata, a los republicanos els bastaría con sacar un anuncio en el que recuerden que el Senador Obama votó en contra de denominar terroristas a la Guardia revolucionaria de Irán. Sólo con eso ya pondrían en cuestión su aptitud para ser comandante en jefe. A Hillary no podrán acusarle de tal cosa. Y al fin y alc abo, como ya se vio en 2004 con kerry, los demócratas nominarán a quien les parezca más presidenciable en las condiciones que impone la realidad. Así que la estrategia de Obama es equivocada.
John Edwards sí puede permitirse atacar por ahí, porque él no está en el Senado y sus pronunciamientos no están registrados en un acta. No tuvo que votar a favor o en contra de esta resolución. Puede criticarla. Pero nadie podrá decir "John Edwards votó en contra de....". Por eso puede jugar esa carta. Obama no.
Y la resolución ha sido aprobada por más del 75%. No lejos de la aclamación. En un Senado liderado por los demócratas. Lo que ha hecho Obama es situarse fuera de lo que los americanos llaman "mainstream" (la corriente mayoritaria).
Yo creo que Obama está, definitivamente, en fuera de juego. Con las cosas de comer no se juega, y acercarse públicamente a Irán es demasiado para un votante norteamericano. Y con razón, en buena medida.
Antxon, si me permites una recomendación musical muy tenesseeniana, creo que hoy sale a la venta el último disco de Dwight Yoakam, cantando versiones del fallecido Buck Owens: "Dwight sings Buck". En Nashville seguro que se consigue fácil. Ojalá algún día pueda viajar a la meca del Country...
Es curioso que, antes de iniciarse la campaña, los roles parecían diferentes. Hillary parecía que sería la más crítica con la actual administración, y Obama parecía que iría más a su bola. Tenía haciendo cola a montones de corporaciones dispuestos a apoyarle y financiarle porque veían en él talento para llegar a la gente. Parecía que haría un tipo de campaña parecido al de kennedy en 1960, que se mostró más halcón que Nixon en política exterior, conservador también en política fiscal, y progresista en el asunto de las conquistas sociales y los derechos civiles. Pero este hombre lo está haciendo todo al revés. Seguramente su color de piel lo limita mucho. Tiene miedo a marcar diferencias en el terreno en que el votante blanco de clase media pueda asociarlo demasiado a las luchas sectarias, y por eso trata de marcar la diferencia donde no debe.
No soy experto en música, pero de Buck Owens me gusta Cryin Times.
Pero ya ves que todo el razonamiento que haces está basado en la percepción que puedan tener los votantes, en lo rentable que le sale electoralmente, en lo presidenciable que le hace parecer... Pero no en lo que es mejor.
Mira todo este celo y este "halconismo" de los republicanos en la "guerra contra el terrorismo" a lo que ha llevado a Estados Unidos.
Es que no es mi propósito entrar a juzgar la ética de los candidatos. Lo que voy a narrar en el blog, dejando a un lado los juicios de valors y también mis gustos personales, es una competición por alcanzar la Presidencia, quién compite mejor y quién compite peor.
Por ejemplo Hillary Clinton, es una candidata que personalmente no me atrae lo más mínimo. De hecho creo que Obama me gusta más. Pero eso es irrelevante. Hillary está haciendo lo que debe hacer y Obama no.
Por cierto "la guerra contra el terrorismo" no creo que sea ningún "halconismo" como tú dices. El nuevo Presidente que entre en funciones tendrá que enfrentar el problema, tendrá que enfrentar a aquellos que quieren destruir la nación y le pueblo a los que representará. Y no te quepa duda de que el nuevo Presidente, sea quiens ea, será recibido como lo fue el actual en su primer año. El enemigo irá a buscarlo. Es una realidad.
El Presidente Bush, en sus primeros 9 meses de mandato, estaba centrado en promover por todo el país el proyecto de la reforma educativa y la reforma fiscal aprobada en 2001. Es lo único que hizo. Totalmente desinteresado por la política exterior. Esto es algo que algunos en ciertos lugares no son capaces de comprender.
El único punto que existía en el prorgama sorbe política exterior del entonces Gobernador Bush en 2000 era el SDI y la redefinición de las relaicones con Rusia. De ahí la inclusión en su equipo de una experta en asuntos rusos como Condi Rice.
Pronto intentaré colocar aquí eld ebate entre Bush y Gore de octubre de 2000, centrado en la política exterior.
Es algo que entró en la Presidencia de Bush a través de las portadas de los periódicos, a través de la actualidad. Como anteriormente le ocurrió a otro Presidente, demócrata, Woodrow Wilson (1913-1921). Un Gobernador de New Jersey que llegó al poder hablando de la reducción de la jornada laboral, el derecho de surfagio de las mujeres, etc. y pasando olímpicamente de los asuntos mundiales. Y ahora está en la historia como uno de los presidentes más intervencionistas del Siglo XX. Terminó interviniendo en la priemra Guerra Mundial, rediseñando todo el mapa europeo, y lanzando el famoso principio de la "autodeterminación de los pueblos". Y todo porque un submarino alemán decidió tocarle los cojones hundiendo el Lusitania, un barco de pasajeros civiles.
No es el halconismo lo que ha estropeado la imagen del país sino que los medios estàn mayoritariamente a favor de una percepción progre de la realidad. Hablo a nivel mundial. A Bush se le recibía a tomatazos desde que era candidato sòlo por ser republicano, conservador, de derechas. O ganaba Gore o se montaba. Y se montó, máxime con el epílogo de Florida y los 600.000 votos de diferencia nacional.
A partir de ahí todo lo demàs ha sido y es oportunismo antiamericano como moda que vuelve en estos días junto con las camisetas del Ché. Es verdad que Bush se encontró con el pastel tras el 11-S, como es verdad que si el presidente fuese un demócrata no hubiera habido esta ceremonia de la confusión entre aliados occidentales.¿Le hubiera negado su apoyo Chirac a Gore o a Clinton?La respuesta es no.
Y, ojo, Irak no estaría como està si los aliados hubieran actuado como una piña, en vez de dar esta lamentable imagen de división, tan decadente. Es màs, ni ZP se habría colado por la gatera de la Moncloa aprovechándose del mareo colectivo. Lo repetiré una vez màs: USA necesita un presidente demócrata, alguien con màs margen de maniobra, mejor recibido internacionalmente, que cierre heridas.
Estoy de acuerdo con cormac milius. Todo republciano que llega a la Presidencia tiene que tener claro que a la mínima debilidad la mass emdia empezará el tradicional safari de caza al Presidente. Les ha pasaod a todos los presidentes republcianos contemporáneos. Y los que han salido mejor parados han sido aquellos que tenían un talento sobrehumano (véase Reagan) para hacerse entender y hacer llegar al votante su mensaje sin que la mass emdia pudiera torpedearlo.
Lo que ha tenido la casa Blanca de Bush en estes egundo mandato ha sido un problema de comunicación, acentuado sorbe todo por la incapacidad del Presidente de hacerse entender corréctamente cuando el viento no está a su favor. Bush ha sido un líder magnífico cuando el viento ha soplado a su favor, era una apisonadora cuandos e sentía a gusto en su piel, tuvo momentos memorables en su priemr mandato, superando todas las expectativas de una presidencia de la que no esperaba gran cosa, pero enc ambio ha sido muy pobre cuando las cosas se han puesto en contra y requería mayor esfuerzo hacer avanzar l mensaje entre los votantes. Ha sido muy muy muy tibio al enfrentar a sus rivales cuando estos han ganado fuerza, no los ha enfrentado, como sí lo hubeira hehco reagan o un Giuliani, que se burlarían de ellos y los ridiculizarían. Bush se ha acomodado y ha sido transigente, ha desmovilizado a sus apoyos.
Eso que dices de que todo sería más fáicl con un Presidente demócrata es cierto. Precisamente por eso las rgandes corporaicoens estaban haciendo cola a la puerta de Obama, porque querían convertirlo en Presidente, al verlo como la mejor opción, un hombre nuevo, con buena imagen, moderado, no polarizante, etc. Querían hacer de él un nuevo Kennedy. Tenía todo a su disposición. Pero se ha equivocado al tener tantos escrúpulos para aceptar la oferta.
Ahora es Hillary la que ocupa esa posición, pero con el inconveniente de que una presidencia de Hillary, a diferencia de una presidencia de un Obama moderado, siemrpe será polarizante y divisiva en el interior haga lo que haga y diga lo que diga Hillary. Porque ya ella es divisiva sólo porque es Hillary.
La clave para tener el apoyo exterior es tener el consenso interior. Cuando fuera interpretan que el Presidente tiene rgandes apoyos y es muy respetado, no tienen más remedio que tomarlo en serio.
Pero con Hillary cumples con el sueño progre de tener a una mujer presidente por primera vez,estas cosas también cuentan¿por qué quitar esa ilusiòn a la gente?Con Obama tienes otro cliché,la negritud,igual de interesante.Desactivas muchos problemas atendiendo estos caprichos.Ademàs es que ya va tocando algo de esto porque otro presi demasiado identificado con la religión hundiría aún màs la imagen
Por cierto que en Nashville también residen desde hace tiempo los White Stripes, que no estàn nada mal. Mi favorita es In The Cold Cold Night. Igual te los encuentras por ahí, je, je.
Cormac, abre un blog, por favor!
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