Se espera un tiempo desapacible hoy en Michigan. Precipitaciones en forma de nieve durante todo el día, y vientos fríos del noroeste con temperaturas máximas de -1ºC y mínimas de -6ºC en la ciudad de Detroit. En Grand Rapids, la segunda ciudad del estado, temperaturas máximas de -2ºC y mínimas de -7ºC. No será una gran tormenta, pero podría beneficiar al candidato Romney. El ex Gobernador de Massachusetts lo estaría haciendo mejor entre aquellos que ya tienen decidido su voto, que entre los que esperan para el último día para decidirse. También se supone que el área metropolitana de Detroit es el principal baluarte de Romney, donde los perjuicios del tiempo pueden ser menos severos que en Grand Rapids o las áreas rurales.
Las condiciones meteorológicas también pueden limitar la participar a aquellos que están más motivados para votar, los fieles republicanos. En detrimento de independientes o demócratas que pueden encontrar una menor motivación para participar en la primaria republicana. Además, los independientes que decidan participar deberán compartir su nombre y dirección con el partido en cuyo proceso participen. Algo que no ocurría la última vez, cuando una vez registrados para votar, podían decidir en privado en la cabina. Algo que esta vez puede espantar a los más escrupulosos.
El tiempo ya ha sido protagonista a lo grande en la historia electoral de Michigan. En las elecciones a Gobernador de 1990, el Gobernador demócrata James Blanchard adelantaba en las encuestas en más de 10 puntos a su rival republicano John Engler. El mal tiempo, unido a lo previsible del resultado, provocó una baja participación que resultó en la victoria de Engler por 17,000 votos -menos del 1%. Esa experiencia ocupa ahora un lugar de privilegio en cualquier guía electoral para explicar la influencia del tiempo en las votaciones, y la posibilidad de lograr la victoria hasta el último momento.
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