Conscientes de que el debate sobre contenidos económicos beneficia a Mitt Romney, estamos viendo este fin de semana cómo desde el equipo de John McCain se realizan movimientos para rescatar de un segundo plano el debate sobre Iraq y la Seguridad Nacional. Todo comenzó ayer cuando McCain, mientras hacía campaña en el Sur de Florida, incluyó a Romney -al lado de Hillary- en el grupo de los que desean retirar las tropas sin prudencia de Iraq. "Si nos rendimos y mostramos la bandera blanca, como lo quiere la Senadora Clinton, y nos retiramos, como lo quería el Gobernador Romney, entonces habría caos, genocidio y retirada, y el costo en sangre y dinero estadounidenses sería dramáticamente más alto". A lo que Romney rápidamente respondió diciendo que no era cierto y exigiendo disculpas.
A esto le siguió una serie de comentarios y comunicados que en principio ya han vuelto a desplazar hacia Iraq la atención de los medios que cubren la campaña republicana. John McCain utilizó una voz autorizada, la del ex director de la CIA, James Woolsey, ahora en su equipo de expertos en política exterior, para reafirmarse en lo dicho. "John McCain ha apoyado consistentemente a nuestras tropas y su misión. Cuando la opinión pública se volvió en contra de la guerra, el Gobernador Romney hizo lo mismo pidiendo calendarios secretos para la retirada", dijo Woolsey en un comunicado. "Mientras John McCain tuvo el juicio y coraje de pedir un cambio en la estrategia, una estrategia que está teniendo éxito, el Gobernador Romney permaneció callado". El Senador McCain será entrevistado hoy en Meet The Press, donde se espera que profundice en la polémica.
Video: al parecer, la acusación de McCain contra Romney se basaría en estas cortas palabras pronunciadas por el ex Gobernador de Massachusetts el pasado 3 de abril, hace ya casi diez meses, en el programa Good Morning America.
domingo, 27 de enero de 2008
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