Ha empezado a cumplirse el sueño de John McCain. Ese es el sentimiento que ayer se respiraba entre los seguidores que le esperaban impacientes en Charleston. Su victoria en Carolina del Sur supone la confirmación de que el viejo Senador ha corregido su estrategia de hace ocho años. En 2000 fue Carolina del Sur la plaza que enterró sus aspiraciones al cortar de golpe el buen momento con el que llegaba de New Hampshire. En aquella ocasión compitió contra el establishment republicano estatal -representado entonces por el ex Gobernador Carrol Campbell que puso el aparato a disposición de Bush. Esta vez ha sido McCain quien se ha beneficiado de las ventajas de ser el candidato de los hombres del partido, y ha confirmado definitivamente su estatus de front-runner nacional.
Acompañado en el escenario por el Senador Lindsey Graham, el fiscal general de Carolina del Sur, Henry McMaster, y el Speaker de la Asamblea Estatal -y casi seguro candidato a Gobernador en 2010, no lo perdáis de vista-, Bobby Harrell, además de por su mujer Cindy y su madre Roberta, de 94 años, el propio McCain hizo referencia a esa larga espera de ocho años. "Nos ha llevado un rato, pero qué son ocho años entre amigos?". También señaló las recientes estadísticas que indican que desde 1980 -desde Reagan- todo el que ha ganado la primaria de Carolina del Sur, ha terminado ganando la nominación presidencial del GOP. Aunque se mostró todavía prudente. "Hay algunas duras pruebas por delante, empezando mañana en el estado de Florida. Pero, amigos míos, estamos bien en nuestro camino esta noche. Y me siento muy bien sobre nuestras opciones".
Continúa: Parte II
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