El Gobernador Tim Pawlenty, de Minnesota, ha firmado esta semana una orden ejecutiva indicando a las agencias estatales que rechacen cualquier "participación discrecional" en la ley de asistencia sanitaria federal. La orden prohíbe a los departamentos y agencias de la rama ejecutiva de Minnesota someterse a las solicitudes del Gobierno federal para financiar programas y proyectos derivados del acta de reforma sanitaria.
La maniobra tiene claros tintes electorales. Pawlenty busca ofrecer su orden ejecutiva como trofeo a los votantes de las primarias republicanas en 2012, y marcar distancias de uno de sus rivales más potentes, Mitt Romney. Romney también se opone a la reforma sanitaria de Obama, pero en sus años como Gobernador de Massachusetts firmó una revisión del sistema de asistencia sanitaria que muchos ven como un antecedente a la reforma nacional de este año.
Video: Pawlenty se explicó ayer en el programa de Greta Van Susteren.
jueves, 2 de septiembre de 2010
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2 comentarios:
Tengo una pregunta de estrellas y camuflaje. ¿Qué futuro político pueden tener Petraeus, McChrystal y Eikenberry?
Los militares son el colectivo más respetado y popular de la sociedad estadounidense pero más que nunca carecen de plataforma política.
Ha habido varios Generales Presidentes como George Washington, Andrew Jackson, Zachary Taylor, Ulysses Grant, etc. Pero en el Siglo XX casi todos los Generales que han intentado ser nominados a la Presidencia por uno de los dos grandes partidos han fracasado. Eisenhower fue la excepción, y lo fue porque él no tuvo que organizar la campaña, otros lo hicieron por él. El otro que estuvo cerca de la Presidencia fue el General Leonard Wood en 1920, pero se negó a que el establishment del aprtido controlase su candidatura y eso le costó la nominación (todo lo contrario a lo que hizo Ike).
De los tres que citas el que mejor conectado está con gente de peso dentro del GOP es Petraeus. Hace un par de años sonaba muchísimo como la gran esperanza de los republicanos para 2012. Pero desde entonces el debate nacional se ha centrado en los asuntos económicos y la guerra y el terrorismo han quedado en un segundo plano. Y la atención (y el dinero de los donantes) se dirige a otro perfil de candidatos, sobre todo Gobernadores.
McChrystal sonó hace unos meses, después de su enfrentamiento con Obama, como el posible "tapado" del Tea Party para 2012, como el hombre que se abriría paso por el hueco que estaría abriendo Palin supuestamente "para otro". Pero es un liberal en muchos asuntos, de hecho él mismo confesó que votó por Obama en 2008. Así que no me encaja.
El problema de muchos Generales es que no se atreven a renunciar a su posición para dar el paso de entrar en una dura batalla partidista de la que no saben cómo saldran. El único modo de que entren en competición suele ser esperando a que el camino esté despejado y ocurre que rara vez se despeja. Todos sueñan con el escenario de Eisenhower, que otros inscriban tu nombre en las primarias y las ganes sin hacer campaña. O como el caso de Charles Hughes en 1916, un Juez del Supremo que no quiso renunciar a su privilegiado cargo hasta que le aseguraron que la nominación sería suya.
Ese tipo de escenario hoy en día, en campañas que duran dos años con cobertura diaria, es casi imposible.
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