Marc Ambinder nos cuenta que desde el equipo de la candidata Hillary Clinton han ampliado sus previsiones de participación a 150,000 votantes en el Caucus demócrata de esta noche -hasta ahora hablaban de unos 140,000. Esto supondría una aceptación tardía de una realidad expresada hace tiempo por los seguidores de Barack Obama, ya que esta versión se situaría más cerca de las cifras que venía manejando la campaña del Senador por Illinois para esta noche -entre 150,000 y 155,000.
Lo que no se acaba de entender es el empeño de esas "fuentes internas" de Team Hillary de inflar las expectativas de su candidata asegurando que logrará un "fuerte primer puesto". Confiando ciegamente en que la nueva masa de participantes que se unirá a la fiesta serán "nuevos demócratas", y no independientes que deciden participar con el propósito de ser un factor decisivo dentro de la aparente igualdad general. Podría ser un estratagema para evitar la desmovilización de los votos ya comprometidos, de aquellos que ya tienen decidido votar a Hillary y que, si no les aseguran expectativas de victoria, pueden perder la motivación necesaria para prestarse a un proceso como este en una noche de enero, o incluso cambiar su voto para dirigirse allí donde está el entusiasmo.
Pero los chicos de Hillary también deberán tener en cuenta que si los que se incorporan a última hora son demócratas de toda la vida, existe otro candidato que los conoce como la palma de su mano porque lleva ya más de cuatro años tocando a su puerta y recorriendo sus pueblos. Me refiero a John Edwards. Su campaña parte de la previsión de que al menos 135,000 demócratas de verdad acudan al Caucus. La fortaleza del Senador Edwards se asienta sobre factores antagónicos a los que hacen competitivo a Obama. Edwards confía en los más veteranos del lugar, los que cada cuatro años no se pierden la cita, los que ya han sido capitanes de mesa electoral, los que participan activamente en las reuniones locales del partido, los que saben reunir a gente que conocen bien....
PostData: Iowa Independent dice que Bill Richardson pedirá a sus seguidores que apoyen a Obama en una segunda votación, si no pueden apoyarle a él. Está por ver si le hacen caso.
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