La de ayer en Florida era la tercera ocasión en que John McCain y Mitt Romney se disputaban la victoria en estas primarias. De esos tres estados, McCain ha salido vencedor en dos -New Hampshire y Florida- y Romney en uno -Michigan. Pero McCain ya había ganado antes en New Hampshire, por lo que su triunfo el pasado 8 de enero sólo servía para incluirlo en la lista de los mejor colocados. La victoria de Romney en Michigan se daba por hecha. Su estado natal, bastión familiar. Lo colocaba en el lugar que le correspondía pero no un paso por delante de los demás. Florida, estado con una interesante demografía llena de matices, iba a ser la encargada de catapultar a uno de los dos en terreno neutral. Y el afortunado ha sido John McCain.
Como el propio Senador se encargó de recordar anoche en su discurso de agradecimiento, esta vez ha triunfado en una primaria "all republican", despejando dudas razonables. Tras la victoria, citó a Reagan e insistió en su pertenencia al movimiento conservador en la esperanza de que el republicanismo mainstream vaya asumiendo su candidatura. A partir de ahora, sus defensores venderán la necesidad de unidad entorno al candidato mejor colocado, y tacharán cualquier voto hacia otro candidato, como un voto por el debilitamiento del partido y en favor de los demócratas. Se pedirá al republicano medio que sea práctico y apoye al front-runner.
Si se confirma la retirada de Giuliani y su apoyo a McCain, este se habrá deshecho de su principal rival en los dos feudos más codiciados del Noreste para el SuperMartes: Nueva York -101 delegados-, y New Jersey -52 delegados. Podemos incluir también Connecticut, donde en ausencia del desafío que podía plantear Giuliani, y con el apoyo del Senador local, Joe Lieberman, McCain se presenta como favorito para hacerse con sus 30 delegados. Esos tres estados, junto con Arizona -53 delegados-, dulce hogar para el Senador, Oklahoma -41 delegados-, y Missouri -58 delegados-, entregarán todos sus delegados al ganador de sus primarias, al igual que ha hecho Florida, sin importar los porcentajes. En todas estas plazas McCain parte con ventaja. Si sale vencedor en las seis, habrá acumulado más de 400 delegados.
El otro estado que otorgará todos sus delegados al candidato ganador será Utah -36 delegados. Casi asegurados para Mitt Romney gracias a la movilización del dominante voto mormón. La gran dificultad para Romney será hacer valer su condición de alternativa conservadora también en el Sur. Con Mike Huckabee en carrera, el voto de los conservadores sociales puede quedar lejos del alcance de Romney en estados como Arkansas -34 delegados-, Alabama -48 delegados-, Georgia -72 delegados-, o Tennessee -55 delegados.
Todos estos repartirán sus delegados proporcionalmente, igual que otras plazas altamente competitivas como Colorado -46 delegados-, Illinois -70 delegados, o California -173 delegados-. En este último premio gordo, según los sondeos, es de esperar que McCain se haga con más número de delegados que ningún otro rival, y la mayoría de estados no alineados con claridad con ningún candidato, suelen mirar al front-runner, por lo que podemos dar por hecho que el Senador por Arizona sacará un gran número de representantes de los estados que harán reparto proporcional.
Según estos cálculos, y siempre manteniendo la tendencia actual, John McCain podría superar los 700 delegados en su haber el próximo 5 de febrero. En el mejor de los casos, aunque esto tal vez sea poner el listón demasiado alto, podría alcanzar incluso los 900 delegados. El número necesario para asegurar la nominación se sitúa en los 1,191. El Gobernador Romney, con victorias en Utah, Massachusetts, y algún estado más, sobre todo en los que vayan a celebrar caucus tipo Montana -25 delegados-, Minnesota -41 delegados-, o Dakota del Norte -26 delegados-, además de los delegados que sume gracias a segundos y terceros puestos, podría llegar hasta los 250 delegados en el peor de los casos, y unos 400 en el mejor de los casos. Mike Huckabee puede sumar un buen número de compromisarios si triunfa en los estados del Sur y el Centro del país, pero es improbable que llegue muy lejos dada su poca viabilidad fuera de ese territorio. A partir de hoy, la nominación republicana la ganará o la perderá John McCain. Depende de sí mismo y definitivamente deberá demostrar que esta vez la etiqueta de favorito no le quema.
Como el propio Senador se encargó de recordar anoche en su discurso de agradecimiento, esta vez ha triunfado en una primaria "all republican", despejando dudas razonables. Tras la victoria, citó a Reagan e insistió en su pertenencia al movimiento conservador en la esperanza de que el republicanismo mainstream vaya asumiendo su candidatura. A partir de ahora, sus defensores venderán la necesidad de unidad entorno al candidato mejor colocado, y tacharán cualquier voto hacia otro candidato, como un voto por el debilitamiento del partido y en favor de los demócratas. Se pedirá al republicano medio que sea práctico y apoye al front-runner.
Si se confirma la retirada de Giuliani y su apoyo a McCain, este se habrá deshecho de su principal rival en los dos feudos más codiciados del Noreste para el SuperMartes: Nueva York -101 delegados-, y New Jersey -52 delegados. Podemos incluir también Connecticut, donde en ausencia del desafío que podía plantear Giuliani, y con el apoyo del Senador local, Joe Lieberman, McCain se presenta como favorito para hacerse con sus 30 delegados. Esos tres estados, junto con Arizona -53 delegados-, dulce hogar para el Senador, Oklahoma -41 delegados-, y Missouri -58 delegados-, entregarán todos sus delegados al ganador de sus primarias, al igual que ha hecho Florida, sin importar los porcentajes. En todas estas plazas McCain parte con ventaja. Si sale vencedor en las seis, habrá acumulado más de 400 delegados.
El otro estado que otorgará todos sus delegados al candidato ganador será Utah -36 delegados. Casi asegurados para Mitt Romney gracias a la movilización del dominante voto mormón. La gran dificultad para Romney será hacer valer su condición de alternativa conservadora también en el Sur. Con Mike Huckabee en carrera, el voto de los conservadores sociales puede quedar lejos del alcance de Romney en estados como Arkansas -34 delegados-, Alabama -48 delegados-, Georgia -72 delegados-, o Tennessee -55 delegados.
Todos estos repartirán sus delegados proporcionalmente, igual que otras plazas altamente competitivas como Colorado -46 delegados-, Illinois -70 delegados, o California -173 delegados-. En este último premio gordo, según los sondeos, es de esperar que McCain se haga con más número de delegados que ningún otro rival, y la mayoría de estados no alineados con claridad con ningún candidato, suelen mirar al front-runner, por lo que podemos dar por hecho que el Senador por Arizona sacará un gran número de representantes de los estados que harán reparto proporcional.
Según estos cálculos, y siempre manteniendo la tendencia actual, John McCain podría superar los 700 delegados en su haber el próximo 5 de febrero. En el mejor de los casos, aunque esto tal vez sea poner el listón demasiado alto, podría alcanzar incluso los 900 delegados. El número necesario para asegurar la nominación se sitúa en los 1,191. El Gobernador Romney, con victorias en Utah, Massachusetts, y algún estado más, sobre todo en los que vayan a celebrar caucus tipo Montana -25 delegados-, Minnesota -41 delegados-, o Dakota del Norte -26 delegados-, además de los delegados que sume gracias a segundos y terceros puestos, podría llegar hasta los 250 delegados en el peor de los casos, y unos 400 en el mejor de los casos. Mike Huckabee puede sumar un buen número de compromisarios si triunfa en los estados del Sur y el Centro del país, pero es improbable que llegue muy lejos dada su poca viabilidad fuera de ese territorio. A partir de hoy, la nominación republicana la ganará o la perderá John McCain. Depende de sí mismo y definitivamente deberá demostrar que esta vez la etiqueta de favorito no le quema.
1 comentario:
Como me gusta este blog !!
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