¿Es la hora de ir en negativo?

Ese es el gran dilema que tienen entre manos ahora mismo dentro del equipo de Mitt Romney. Hemos entrado en la etapa decisiva de la campaña para las elecciones primarias, y ha llegado la hora de las decisiones que pueden tener efectos definitivos, para bien y para mal. Coincidiendo con la entrada en escena de Rudy Giuliani con sus primeros comerciales por televisión, las oficinas centrales de la campaña de Romney, en Boston, están recibiendo cada vez mayor presión de los jefes de operaciones de los primeros estados clave para que tomen la decisión de lanzar publicidad negativa -que ya estaría preparada- sobre el historial de Giuliani, y neutralizar de plano cualquier intento de este de resurgir en los estados hasta ahora liderados por Romney.

Decisión resistida hasta el momento por algunos de los estrategas del ex Gobernador de Massachusetts, que consideran que existiría el riesgo de que ir en negativo tuviera consecuencias contraproducentes para la hasta ahora inmaculada imagen del candidato. Jonathan Martin nos informa en Politico al respecto en un amplio reportaje sobre el debate interno que está teniendo lugar en el entorno del Gobernador.

(...) Mitt Romney’s presidential campaign has television ads and mailings on standby to attack Rudy Giuliani but so far has not used them because of an internal dispute about the risks of a backlash in going negative on the Republican front-runner, according to numerous sources in and close to the Romney campaign.

With the first caucus and primary voting just seven weeks away, some of Romney’s top backers in early states said privately they are urging his high command in Boston to start drawing sharp and hard-hitting contrasts or risk letting the former New York mayor glide to the GOP nomination on the strength of his much higher national profile.

So far, the tough shots from Romney have not been fired. Some top strategists warn of a “murder-suicide” scenario, in which Romney might draw blood from Giuliani but get splattered himself if voters are turned off by attacks and take it out on the attacker. (...)