jueves, 28 de agosto de 2008
DNC - Día 3: Biden acepta
En un día histórico en el que los demócratas nominaron para la Presidencia al primer afroamericano de la historia, el Senador Joe Biden, algo pasado de nervios, asumió el rol que se le presuponía en esta campaña. Convirtió a John McCain, con el que lleva más de dos décadas compartiendo servicio en el Senado federal, en el centro de sus críticas. Insistió que América necesita algo más que un veterano de guerra condecorado. Lo que hace cuatro años marcaba la diferencia entre Kerry y Bush, el servicio militar, ya no tiene importancia para los demócratas. "Estos tiempos requieren más que un buen soldado. Requieren un líder sabio."
Su experiencia en política exterior le permitió enfrentar sin miedo a McCain en Iraq. "¿Deberíamos confiar en el criterio de John McCain cuando dice que no puede haber calendarios para retirar nuestras tropas de Iraq? ¿Que debemos estar indefinidamente? ¿O deberíamos escuchar a Barack Obama, que dice que traspasemos responsabilidades a los iraquíes, y pongamos fecha para traer a nuestras tropas de combate a casa?" Describió como ruinosa la política exterior defendida por "McCain-Bush": "Nuestro país es menos seguro y está más aislado ahora que en ningún otro momento en la historia reciente." Y tomó la iniciativa en los detalles menos espectaculares de la lucha contra el terrorismo: "Mejoraremos la seguridad en nuestros sistemas de transporte y plantas químicas, e incrementaremos el examen de cargamentos en nuestros aeropuertos y puertos marítimos."
Tampoco faltaron llamamientos a la unidad, y palabras elogiosas hacia su antiguo rival, ahora compañero de fórmula: "Vi cómo él (Obama) emocionaba a la gente, cómo los inpiraba, y me di cuenta de que había conectado con la más vieja creencia americana de todas: no podemos aceptar una situación que no podamos tolerar. Tenemos el poder para cambiarlo."
Biden fue presentado por su hijo Beau, que recordó la tragedia que sacudió a la familia en 1972 con la muerte de su madre y su hermana pequeña en un accidente de tráfico. La sorpresa la dio Barack Obama apareciendo sobre el escenario al final de la noche para abrazar a Joe Biden. Hasta en eso quiso imitar a su admirado JFK, quien en 1960 visitó el Memorial Sports Arena de Los Angeles el día que fue confirmado como candidato, aunque su intervención estuviera prevista para el día siguiente en el adyacente Memorial Coliseum.
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