Karen Tumulty, corresponsal para política nacional de la revista Time, que ha estado con el Senador Obama en el campaign trail, cree que la cosa está entre Evan Bayh y una selección sorpresa. Ha llegado a esa conclusión tras analizar algunas pistas dejadas por el candidato en sus conversaciones con él.
Pero la selección (lógica) de Bayh, que yo he defendido en este blog apoyado en su extensa experiencia ejecutiva y legislativa, y en la conexión generacional, implicaría para Obama rechazar el único consejo que le dio John Kerry -un hombre que comprendió de la peor manera la importancia de un running mate: "Escoge a alguien en quien ya confíes plenamente. No esperes que el proceso construya esa confianza. No escojas a alguien con la esperaza de que podrás desarrollar una confianza con esa persona."
Bayh es uno de los mejores activos del partido, pero no es una persona de confianza (para Obama). Mantiene una estrecha relación con Mark Penn, el estratega jefe de Hillary Clinton, y uno de los personajes más odiados en el entorno de Obama, por haber orquestado durante las primarias la movilización de la clase trabajadora blanca del Rust Belt contra el candidato afroamericano. La mujer de Penn, Nancy Jacobson, ha sido jefa de finanzas de las campañas electorales de Bayh en Indiana, y Penn fue quien consiguió el Keynote Address para Bayh en la Convención Demócrata de 1996. Son amigos y confidentes.
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