Poco tiempo ha necesitado Hillary Clinton para tomar una determinación. Ya ha prometido que continuará en la carrera hasta que haya de hecho un nominado. No ha aclarado si con eso se refiere a cuando uno de los dos alcance los 2,025 sumando delegados electos y superdelegados, sabiendo que estos últimos pueden cambiar de opinión cuando les plazca, o si se refiere a cuando la nominación de uno de los dos quede oficializada en la Convención Nacional Demócrata. De momento tendremos que esperar para saber si lo que quiere es hacerse valer retirándose a lo grande -después de arrasar en Virginia Occidental y Kentucky-, o luchar hasta las últimas consecuencias y reclamar las delegaciones de Michigan y Florida.
No todos están de acuerdo con su decisión. El ex Senador George McGovern ha sido el primer gran aliado de Hillary Clinton en desertar tras los resultados de anoche. Considera que es virtualmente imposible que Barack Obama no sea el nominado. El que fuera candidato presidencial demócrata en 1972, ha telefoneado al ex Presidente Bill Clinton para comunicarle su decisión de cambiarse de bando. El apoyo de McGovern a Hillary respondía sobre todo a razones sentimentales: la primera toma de contacto de los Clinton con la política activa fue cuando, recién salidos de la facultad, trabajaron como voluntarios en la campaña presidencial de McGovern. Aunque también era en agradecimiento por los 25,000 dólares que donaron para la McGovern Library and Center for Leadership and Public Service de Dakota del Sur.
Pero se ve que el hombre ha sentido una solidaridad incontenible por Obama. Seguramente porque él mismo experimentó en sus propias carnes fuertes resistencias a su nominación en 1972. Su peso en el partido no es demasiado destacado a día de hoy, pero, con toda probabilidad, los medios sobredimensionarán el significado de esta deserción. Llega además el mismo día que hemos conocido que el mes pasado la Senadora Clinton inyectó a su campaña seis millones y medio de dólares de su propio bolsillo, lo que evidenciaría las dificultades económicas que está atravesando. Más argumentos para los que quieren convencerla para que abandone.
Pero no todo iban a ser malas noticias para la ex Primera Dama. El Congresista Heath Shuler, del 11º distrito de Carolina del Norte, y superdelegado en la próxima Convención Nacional Demócrata, ha sorprendido esta mañana anunciando su endorsement a Hillary Clinton. Justifica la decisión en que Hillary salió ayer ganadora en su distrito, pero muchos creen que forma parte de un plan de emergencia de Team Hillary.
Se especula con que ambos candidatos cuentan con una serie de superdelegados comprometidos pero aún no anunciados, para poderlos utilizar en momentos como este, y hacer creer que se han ganado su voluntad a última hora. Por eso os decía que habrá que estar también atentos a ver si Obama aprovecha su recobrado momentum para anunciar un paquete importante de superdelegados y contribuir a la incipiente depresión en las filas de Clinton.
miércoles, 7 de mayo de 2008
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1 comentario:
McGovern II tiene el apoyo de McGovern I. Todo en este mundo tiene su lógica.
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