miércoles, 6 de agosto de 2008

Garfield & Arthur '1880: bloqueo y compromiso


Las políticas del Presidente Rutherford Hayes generaron no pocas tensiones dentro del Partido Republicano. Se desvinculó de los republicanos más radicales del Congreso, completó la Reconstrucción, y aceleró la reconciliación con el Sur, ofreciendo puestos en el Gobierno a varios demócratas sureños, ganándose la enemistad de importantes republicanos del Norte, como el Senador Roscoe Conkling, de Nueva York. El Presidente Hayes cumplió con su palabra de no presentarse a un segundo mandato en 1880, sabedor de que si lo hiciera el partido no lo volvería a nominar.

Fueron tres los principales aspirantes a suceder a Hayes en la candidatura del Partido Republicano: el ex Presidente Ulysses Grant; el Senador James Blaine, de Maine; y el Secretario del Tesoro, John Sherman. Los tres representaban a las diferentes facciones del partido. Grant estaba apoyado por la facción de los leales, conocidos como Stalwarts, republicanos tradicionales defensores del viejo patronaje y los privilegios de la clase republicana. Blaine era el líder de los Half-Breeds, la facción moderada, más reformista, dispuesta a la reconciliación con el Sur y la reforma del servicio civil. Sherman estaba apoyado por la importante delegación de Ohio, que mantenía su independencia respecto a Stalwarts y Half-Breeds.

Él favorito era Ulysses Grant. Al termino de sus dos mandatos presidenciales (1869-1877), el antiguo héroe de la Guerra Civil había declarado su deseo de dejar la política y renunciar a un tercer mandato. "No quiero estar aquí (en la Casa Blanca) otros cuatro años. No creo que pudiera soportarlo." Después de abandonar el poder se había dedicado a viajar alrededor del mundo, con espléndidas recepciones preparadas para él en países como Japón y China. Pero ante los enfrentamientos del Presidente Hayes con parte de su partido, y los deseos del electorado de volver a ver a un hombre fuerte en el Gobierno, Grant volvió a los Estados Unidos con la intención de buscar un nuevo mandato presidencial.

El Senador Roscoe Conckling, de Nueva York, líder de los Stalwarts, formó un triunvirato con los líderes republicanos de Pennsylvania e Illinois, J. Donald Cameron y John Logan, para manejar la campaña presidencial de Grant. Con llamamientos a la elección de un "hombre de hierro" para sustituir al "hombre de paja" (Hayes), creían que la victoria de Grant estaría asegurada. "Sólo un acto de Dios podría evitar la nominación de Grant", declaró un confiado Conckling, ansioso por ganar influencia en la Casa Blanca. Pero el protagonismo del triunvirato en la campaña de Grant lo convertiría en objeto de las más feroces críticas, a lo que se uniría una corriente contraria a la idea de un tercer mandato presidencial.

El otro aspirante de peso, el Senador Blaine, elaboró un ambicioso programa electoral que incluía el apoyo al patrón oro y los grandes negocios, tarifas para proteger a empleados, derechos civiles para los esclavos negros liberados, y la independencia de Irlanda. Pero los escándalos de corrupción le perseguían. Cuatro años antes también había aspirado sin éxito a la nominación republicana, y había sido acusado de cometer actividades fraudulentas relacionadas con acciones de compañías de ferrocarril. Tampoco le ayudaba su frágil salud.

El tercero, John Sherman, hermano del famoso General de la Guerra Civil, era un hombre prestigioso que como Senador había liderado la planificación del sistema bancario nacional, y como Secretario del Tesoro en la Administración Hayes había fortalecido las reservas de oro del país. Pero carecía de carisma y atractivo para los votantes. Era demasiado reservado para convertirse en primera figura pública. Se le conocía como el "carámbano de hielo de Ohio."

En enero de 1880 se celebraron los primeros caucuses en distritos locales para empezar a elegir delegados. Las convenciones estatales seleccionarían después a un número de esos delegados para representar al estado en la Convención Nacional Republicana. John Sherman utilizó a los funcionarios del Departamento del Tesoro para que presionaran en la elección de delegados en los caucuses del Sur. El Senador Roscoe Conkling hizo valer su poder en Nueva York, el estado que más delegados aportaba. Logró sólo una mayoría de 217-180 para Grant, pero impuso una resolución que decía, "los republicanos de NY creemos que la elección de Ulysses Grant como candidato a Presidente es de urgente importancia, y los delegados reunidos este día son llamados e instruídos a usar sus esfuerzos para asegurar su nominación."

Conckling amenazó con venganza política y deshonor personal a aquellos delegados neoyorkinos que no siguieran la resolución. J. Donald Cameron utilizó tacticas similares para intimidar a los disidentes en Pennsylvania. Y el tercer miembro del triunvirato, John Logan, directamente expulsó a los partidarios de Blaine de la convención estatal de Illinois, y los sustituyó por partidarios de Grant seleccionados por él mismo.

El 29 de mayo, cuatro días antes de que diera inicio la Convención Nacional Republicana, delegados de toda la Unión comenzaron a llegar en tren a Chicago. Los partidarios de cada candidato llenaron las calles de la gran ciudad de desfiles y demostraciones de fuerza organizadas, mientras la prensa hacía cálculos sobre el número de delegados con que llegaba cada uno a la Convención. El Albany Evening Journal otorgaba 317 a Grant, 277 a Blaine, y 106 a Sherman. Todos lejos de los 379 necesarios para salir nominado. Dadas las diferencias irreconciliables que existían, la única manera de que uno de ellos lograse la nominación era manteniendo la llamada "regla de unidad" que obligaba a todos los delegados de cada estado a votar por un mismo candidato.

Antes de cualquier pronunciamiento sobre los candidatos, habría que decidir sobre esa "regla de unidad." Si la regla era votada por una mayoría, los jefes estatales del partido podrían solidificar los apoyos de Grant. J. Donald Cameron era el presidente del Comité Nacional Republicano y tenía planeado ejercer su poder para cambair las normas de la Convención en favor de Grant, y silenciar a cualquiera que disintiera de la "regla de unidad." Pero sus planes fueron filtrados a todos los delegados, y los partidarios de Blaine y Sherman comprendieron que el único modo de evitar que Cameron impusiera sus reglas, era removiéndolo de la presidencia del partido.

A las 7 de la tarde del 31 de mayo, J. Donald Cameron presidió la última reunión del Comité Nacional Republicano anterior a la apertura de la Convención. De los 46 hombres presentes en la reunión, Cameron contó sólo 16 aliados, el resto eran delegados anti-Grant. El Senador Jerome Chaffee, de Colorado, fue el primero en sacar el asunto de la "regla de unidad", y entregó a Cameron una moción redactada por William E. Chandler, el campaign manager de Blaine. Cameron declaró que la moción estaba fuera de la ley, y que la única función del comité era nombrar un presidente provisional de la Convención, no decidir sobre la "regla de unidad." Para dar fuerza a su afirmación, Cameron utilizó a George Cornelius Gorham, un delegado stalwart de California experto en procedimientos parlamentarios. Pero para calmar a las fuerzas anti-Grant, aceptó someter a votación una propuesta de Chandler para elegir al Senador George Frisbie Hoar, un político neutral de Massachusetts, como presidente provisional de la Convención.

El comité votó, con 29 votos a favor y 17 en contra, por la confirmación de Hoar. Todos los hombres de Grant votaron en contra. A medianoche se levantó la sesión y los miembros del comité quedaron en volver a reunirse a la mañana siguiente. Pero aquella noche las informaciones sobre la conducta intolerante de Cameron recorrieron Chicago. Su estrategia de mano dura estaba fracasando. Conckling y otros hombres de Grant trataron de tomar el control de la situación antes de que empeorara. Conckling pidió a uno de sus hombres de confianza, el abogado Chester Arthur, cobrador de aduanas del puerto de Nueva York, que resolviera el conflicto. Arthur buscó una solución de compromiso: se reunió con Chandler y le aseguró que los hombres de Grant podían reconsiderar su postura. Propuso dejar en manos de las delegaciones la decisión sobre la "regla de unidad", a cambio de que las fuerzas anti-Grant renunciasen a destituir a Cameron como jefe del partido.

El comité volvió a reunirse la tarde del 1 de junio, y Chester Arthur indicó que los hombres de Grant, de Pennsylvania y Nueva York, apoyarían la elección del Senador Hoar como presidente provisional de la Convención. No hubo objeciones y se logró el acuerdo. El New York Tribune escribió al día siguiente que las fuerzas de Grant habían sido "salvadas del completo desastre, gracias al excelente manejo del General Arthur." El miércoles 2 de junio abrió sus puertas la Convención Nacional Republicana. Los delegados John H. Roberts, de Illinois, y Christopher L. Magee, de Pennsylvania, fueron elegidos secretarios provisionales de la Convención, acompañando a Hoar.

El segundo día, los nombramientos provisionales pasaron a ser nombramientos permanentes. Para ganar tiempo, el tercer día, el Senador Roscoe Conckling presentó una resolución que obligase a todos los delegados a apoyar al nomiando que saliese de la Convención. La resolución fue aprobada por unanimidad, recibiendo tres votos en contra de la delegación de Virginia Occidental. Los tres delegados que votaron en contra fueron abucheados, y Conckling presentó una nueva resolución para arrebatarles su derecho a voto. La delegación de Virginia Occidental se revolvió contra Conckling, e importantes figuras del partido como el Congresista James Garfield, de Ohio, presidente del Comité de Asignaciones de la Cámara de Representantes, se enfrentaron a él. Garfield emitió un discurso argumentando que esos tres delegados no podían ser privados del voto sólo por considerar que todavía no era el momento para expresar su apoyo al futuro nominado, y se ganó al público con sus palabras. Un enfadado Conckling retiró la resolución y envió una nota a Garfield: "Nueva York solicita que el verdadero candidato y 'dark horse' de Ohio se de a conocer. Firmado: Roscoe Conckling."

Tras largas horas de lucha en torno a las credenciales de distintos grupos de delegados, el sábado 5 de junio se empezó con la presentación de candidatos a la nominación. En orden alfabético, cada delegación fue presentando a los suyos. Muchos hijos favoritos. El primer nombre importante en salir fue el del Senador James Blaine, presentado ante los delegados por un compromisario de Michigan. Tras la intervención de diez estados más, Roscoe Conckling subió al podium para presentar la nominación de Ulysses Grant. "Nueva York es para Ulysses Grant. Nunca derrotado, ni en la paz ni en la guerra, su nombre es el del más ilustre hombre vivo." Una multitud de 15,000 personas del público que cubría las gradas rompió a aplaudir. Grant jugaba en casa.

Al tocarle el turno a Ohio, el Congresista James Garfield fue el encargado de presentar la nominación de John Sherman. En un largo discurso improvisado, Garfield habló de las cualidades que debía tener un buen Presidente, pero no mencionó a Sherman hasta muy al final. No gustó a los seguidores de Sherman. No tardaron en saltar los rumores que insinuaban que el Gobernador Charles Foster, de Ohio, estaba conspirando en el cercano Grand Pacific Hotel para abandonar a Sherman y lanzar a Garfield como candidato. Este antiguo Brigadier General convertido en Congresista se estaba convirtiendo en un personaje muy popular. El domingo 6 de junio, el Senador Benjamin Harrison, nieto del ex Presidente William Henry Harrison, visitó a Garfield en su suite, y le preguntó bajo qué condiciones estaría dispuesto a aceptar la nominación republicana. Garfield le respondió que había viajado hasta Chicago sólo para apoyar a Sherman, y que no quería ser nominado.

El lunes comenzaron las votaciones. La primera sorpresa se produjo cuando sólo 24 de los 42 delegados de Illinois votaron por Grant. Muchos menos de los que John Logan creía tener comprometidos. En Nueva York también hubo disidentes: de sus 70 delegados, 51 apoyaron a Grant, 17 fueron para Blaine, y 2 para Sherman. En Pennsylvania fue aún peor, con sólo 32 de los 58 delegados votando por Grant. Las estrategias del triunvirato Conckling-Cameron-Logan empezaban a hacer aguas. Grant recibió un total de 304 votos en la primera votación; Blaine recibió 284; y Sherman 93. Resultados decepcionantes para los tres. Grant pensó hacer una visita sorpresa a la Convención, como le pedía su esposa, pero desechó la idea por considerarse que daba mala suerte.

Las votaciones continuaron. El primer voto para James Garfield llegó en la segunda votación. Tras dieciocho votaciones consecutivas, los delegados pararon para cenar, y antes de irse a dormir hubo diez votaciones más. Ningún candidato se acercaba a los 379 delegados requeridos. Grant estancado en los 307, Blaine con 279, y Sherman con 91. El resto eran hijos favoritos que esperaban ser candidatos de compromiso. Se reunieron los hombres de Blaine y Sherman para buscar el acuerdo. Pero todos querían que su hombre fuese Presidente. "Si el Senador Blaine permite que su columna se rompa, entonces Iowa, Nebraska, Kansas, Nevada, California y Oregon irán para Grant... también los votos sureños de Blaine", dijo Chandler para justificar su oposición a la retirada de su candidato.

También los partidarios de Grant se reunieron en la suite de Roscoe Conckling en el Grand Pacific Hotel. Estaban preocupados. Discutieron sobre los peligros de continuar apoyando la candidatura de Grant, habían encontrado demasiadas resistencias de delegados que se oponían a un tercer mandato presidencial. Temían que Grant no pudiera alcanzar los 379 delegados, y algunos llegaron a proponer a Conckling como alternativa. Pero la lealtad de Conckling a Grant era a prueba de bombas. Jamás buscaría la nominación.

En la 28ª votación, Massachusetts dejó de apoyar a un hijo favorito para entregar sus 21 delegados a Sherman, y William Chandler convenció a 3 delegados de Minnesota para que se unieran a Blaine. Tras la 32ª votación, Blaine había perdido 6 votos respecto a la noche anterior, y Grant había alcanzado los 309 delegados, sólo 2 más de los que tenía. A pesar de la insignificancia de estas variaciones, Roscoe Conckling afirmó que Grant sería nominado antes de la una del martes 8 de junio. Pero nada más lejos de la realidad. En la 33ª votación, los delegados de Wisconsin abandonaron a Grant para pasarse a apoyar a un hijo favorito, y en la siguiente votación votaron por James Garfield, dejando a Grant con 312, Blaine con 275, Sherman con 107, y Garfield con 17. En la 34ª votación, Benjamin Harrison anunció que los 27 votos de Indiana serían para Garfield, abandonando a Blaine. 4 delegados de Maryland, y 2 de Mississippi y Carolina del Norte también se unieron a Garfield.

Grant se mantenía firme pero estático. Los apoyos de Blaine colapsaban, y Sherman no avanzaba. Blaine comprendió que la única manera de bloquear la victoria de los stalwarts era apoyando a un dark horse como Garfield. Eran buenos amigos, y sentía que si apoyaba a Garfield tendría asegurado algún puesto en su futura Administración. Sherman también decidió apoyar a Garfield tras escuchar a sus colegas de Ohio. En la 35ª votación, el Congresista Garfield pasó de los 50 votos que tenía, a los 399. En un abrir y cerrar de ojos. No se lo podía creer. El Inter Ocean escribió que el nominado estaba "pálido como muerto, y parecía medio inconsciente mientras recibía las felicitaciones de sus amigos."

Los delegados de Grant no disimularon su enfado, y Roscoe Conckling anunció la formación de la Sociedad de los Trescientos y Seis en honor al número de votos logrados por Grant. Para lograr un mayor consenso en la selección del candidato a Vicepresidente, la delegación de Ohio propuso como opción de compromiso a Chester Arthur, otro veterano de la Guerra Civil, un stalwart sin experiencia en cargos electos, políticamente vinculado a Conckling. 468 delegados confirmaron a Arthur. La Convención Nacional Republicana más larga de la historia cerraba sus puertas a las 7,25 de la tarde del 8 de junio.

El ticket Garfield-Arthur ganaría la elección presidencial en noviembre. James Blaine sería nombrado Secretario de Estado en agradecimiento por su apoyo en la Convención, y otros Half-Breeds ocuparían importantes cargos en la nueva Administración. Pero apenas cuatro meses después de jurar el cargo, el Presidente Garfield sería tiroteado por Charles Guiteau, un abogado stalwart que al perpetrar el magnicidio gritó, "soy un stalwart, y Arthur será Presidente." Garfield moriría dos meses después por las heridas sufridas, y Chester Arthur se convertiría en nuevo Presidente de los Estados Unidos. Para sorpresa de todos, Arthur terminaría siendo un Presidente reformista.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Moraleja: el VP no es tan importante en las elecciones, pero puede ser Presidente.
¿Hoy se confirma a Bayh?

Antxon G. dijo...

Lo de Bayh me aprece que hoy no. Sólo quedan dos días para las olimpiadas, pero no hay nada. No sé cuándo piensa anunciarlo, porque los Juegos Olímpicos empiezan el viernes y terminan sólo un día antes que empiece la Convención Demócrata.

Anónimo dijo...

un "post río", para leer sin prisas y con una bolsa de palomitas.

gracias!

Jordi Coll dijo...

Estos posts son lo mejor del blog.