Esta vez ha subido sóla al escenario, prescindiendo de las caras conocidas que la arropaban la pasada semana en Des Moines. Ni Madeleine Albright, ni Wes Clark, ni su marido Bill. Esta vez ha optado copiar ese formato tipo foro habitualmente utilizado por Obama, y colocar las caras de jóvenes seguidores en las gradas del fondo. Todo perfectamente coreografiado -y caro- para una candidata que necesita mucho de la pasión de su entorno. Su discurso ha intentado tomar lo mejor de sus dos rivales demócratas: el llamamiento a la participación cívica -Obama- y el populismo -versión Edwards contra las compañías de seguros.
Ni en sus mejores sueños de la última semana podía la Senadora esperarse una victoria de dos puntos y medio sobre Obama esta noche. No sabemos si sus lágrimas de ayer habrán tenido algo que ver en esos votos ganados a última hora. Lo que sí sabemos es que este resultado confirma que hay competición en las primarias demócratas, y deja abierto el camino para que Hillary y Obama sigan disputando cada voto hasta el Supermartes del 5 de febrero.
miércoles, 9 de enero de 2008
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5 comentarios:
Contra todo el mundo, llevo diciendo lo mismo:
Hillary ganaría en NH por poco, y McCain se daría un paseo.
Hasta en el Twitter, todo el mundo le estaba haciendo la ola a Obama...
Que no, que no...
Saludos
Javi
vaya palo lo de Hillary, su arma secreta ("lágrimas") ha dado sus frutos. ;)
Me apunto un tanto con eso...
"Several New Hampshire women, some of them undecided until Tuesday, said that a galvanizing moment for them had been Mrs. Clinton’s unusual display of emotion on Monday as she described the pressures of the race and her goals for the nation — a moment Mrs. Clinton herself acknowledged as a breakthrough."
New York Times
¿Ganando consigue el golpe de efecto que decías que necesitaba? ¿Ya no es necesario que de el beso a lo Gore?
Claro. Ahora Hillary es la historia (story) de la semana.
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