La ciudad elegida por el
Comité Nacional Demócrata como sede para la
Convención de 2008, está levantando una gran polémica entre el partido y algunas de las organizaciones y grupos de interés más activos en su sus procesos electorales. La ciudad elegida es
Denver. Capital del estado de
Colorado, y una de las más notorias ciudades del Oeste.
Cualquiera diría que es una buena elección. Pero los grandes sindicatos no piensan lo mismo. Presionaron para que la Convención se celebrase en el área de
Minneapolis, algo que fue rápidamente descartado ya que los republicanos se les adelantaron al escoger por sorpresa esa ciudad. Después los sindicatos pasaron a presionar en favor de la candidatura de
Nueva York. El Madison Square Garden. Memorable escenario, pero que no aportaba nada nuevo al partido.
Lo sindicatos buscaban evitar Denver por todos los medios, argumentando que esa ciudad, y el estado de Colorado en general, son de los lugares que cuentan con una legislación menos favorable a los sindicatos en todo el país. La consideran una ciudad de derechas. Además se da la circunstancia que el
AFL-CIO está en guerra abierta con el Gobernador demócrata del estado,
Bill Ritter, al que acusan de no compartir sus objetivos y valores, y de gobernar como un republicano. Por eso continúan presionando para que sea sustituida la localización de la Convención.
Afortunadamente no parece que los prejuicios de los sindicatos vayan a forzar ninguna decisión en el partido. Reciéntemente ya dejó claro el propio
Howard Dean que
el Oeste es parte fundamental en el camino hacia la Casa Blanca. La elección es importante porque la cobertura de las televisiones nacionales suele limitarse generalmente a los discursos de
Prime Time. Mientras que las cadenas locales y estatales suelen hacer una cobertura continuada e ininterrumpida del acto político durante los 4 días que dura. Esto permitiría a los demócratas bombardear a los votantes de ese estado crucial y estados vecinos, con una constante propaganda positiva en favor del partido en un ambiente de fiesta disfrazado de información.
Denver es una espléndida ciudad a los pies de las montañas rocosas, mundialmente conocida, y seguramente prejuzgada, gracias a la famosa
serie de televisión Dinastía en los años 80. Serie que entre 1981 y 1989 narraba los excesos de
la familia Carrington, una familia de protopotentados del petróleo, representativa del boom de la nueva clase que en los años 80 se confirmó en estados del Oeste como Texas, Colorado o California, como garante de la continuidad de las formas del capitalismo tras el embate de la crisis energética de los setenta.
En las últimas tres décadas en Denver se han asentado algunas de las nuevas compañías energéticas (de petróleo y gas) más importantes del Oeste, como
Encana,
Newmont o
Anadarko. Al tiempo que la legislación estatal ha sido cada vez menos favorable a los sindicatos. Esto es lo que irrita en las filas del sindicalismo, que los demócratas de Colorado han tenido que readaptarse a las nuevas condiciones, adoptando agendas económicas conservadoras.
Pero los que defienden que el Partido Demócrata debe boicotear la ciudad y escoger un nuevo enclave para su convención, se olvidan de que Denver también es una de las ciudades que más crecimiento económico ha experimentado en EEUU en los últimos 30 años. Con todo lo que eso conlleva. Al ser todo el estado de Colorado en general, una de las zonas más prósperas y que más crece del país, atrae cada vez mayor inmigración interior, de gentes de otros estados de la Unión. Así como también vive un importante crecimiento de población hispana. Todo eso hace que su peso electoral aumente cada año.
Es un estado tradicionalmente más identificado con el Partido Republicano, pero en las elecciones de noviembre pasado los demócratas se hicieron con la gobernación. Celebrar allí la convención es una oportunidad única para consolidar sus posiciones en la región y no darlo casi por perdido como se ha hecho en las últimas dos presidenciales.
La convención se celebrará entre el
25 y 28 de agosto de 2008. Coincidiendo que se cumple un siglo desde que la ciudad de Denver acogió la última convención demócrata. Fue en
1908 cuando los demócratas nominaron al congresista
William Jennings Bryan como candidato a la Presidencia de EEUU, y al fiscal
John Worth Kern como candidato a la Vicepresidencia. El ticket perdió en noviembre.