viernes, 19 de diciembre de 2008

Porter Goss: Director de la CIA (2004-2006)


Porter Johnston Goss (n. 26 de noviembre, 1938) Político y espía estadounidense. Fue Director de la Agencia Central de Inteligencia (2004-2006).

Operativo de la CIA (1960-1971)

Nació en Waterbury, Connecticut. Hijo de un ejecutivo de Scovill Manufacturing Company, se graduó en Griego Clásico por la Universidad de Yale. En Yale fue reclutado por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y, desde 1960 a 1971, trabajó para la sección de Operaciones, los servicios clandestinos de la CIA.

En una primera etapa, operó en Latinoamérica y el Caribe. Participó en la Operación 40, unidad destinada a planificar el derrocamiento de Jefes de Estado poco afines, y en el reclutamiento de los mercenarios que desembarcaron en la Bahía de Cochinos. En 1961, fue asignado a la Operación Mangosta, un programa de acciones encubiertas de sabotaje y subversión contra Cuba, operando en lanchas rápidas desde la base JM/WAWE de Miami, a las órdenes de Ted Schackley.

Después pasó por Haití, Santo Domingo y México, hasta que a finales de los años 60, fue enviado a Europa. En 1970, estando hospedado en un hotel de Londres, sufrió un colapso debido a una misteriosa infección en la sangre que afectó a su corazón y riñones. Años después, dijo que no creía haber sido envenenado, pero el episodio supuso el final de su carrera como operativo de la CIA. Se retiró de los Servicios de Inteligencia en 1971.

Miembro de la Cámara de Representantes de EEUU por Florida (1989-2004)

Se instaló en Florida e hizo fortuna en el sector inmobiliario. En 1974 comenzó una carrera política dentro del Partido Republicano. Ese año fue elegido miembro del Consejo Municipal de Sanibel City, y más tarde Alcalde. En 1983 fue elegido miembro de la Junta de Comisionados del Condado de Lee.

En 1988, se presentó como candidato republicano a la Cámara de Representantes de EEUU representando el 13º Distrito de Florida, que comprende partes de los condados de Lee, Charlotte, y Sarasota. Sería elegido, y posteriormente siete veces reelegido, siempre con el apoyo de más del 70% del electorado. Serviría en el Congreso durante más de quince años.

Como Congresista, desarrolló un historial legislativo bastante conservador, salvo en materia medioambiental: apoyó el Protocolo de Kioto, y defendió el fortalecimiento de la Agencia de Protección Medioambiental. Entre los proyectos legislativos que patrocinó, se incluían una enmienda constitucional para establecer límites en el mandato de los Congresistas, medidas para limitar la subida de la paga de los Congresistas, el Acta de Desclasificación de Interés Público, o la Ley Patriótica.

Sirvió como presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes (1997-2004), y vicepresidente del Comité de Reglas. También sirvió como miembro del Comité de Seguridad Interior (Homeland Security), que había ayudado a establecer. Siempre fue partidario de emprender reformas específicas en la CIA, y apoyó amplios incrementos en su presupuesto, incluso en los tiempos de rebajas presupuestarias drásticas durante la Administración Clinton.

El 11 de septiembre de 2001, cuando los aviones secuestrados por los terroristas de Al Qaeda se estrellaron contra las Torres Gemelas y el Pentágono, Goss se encontraba desayunando con el Senador demócrata Bob Graham, presidente del Comité de Inteligencia del Senado, y el General Mahmud Ahmed, jefe de los Servicios de Inteligencia de Pakistán (ISI). Y en 2002, co-presidió con el Senador Graham una comisión investigadora bicameral para estudiar los fallos de Inteligencia en el 9/11.

Director de la CIA (2004-2006)


En la imagen: el Jefe de Gabinete Andrew Card toma juramento a Porter Goss como nuevo Director de la CIA, en presencia del Presidente George W. Bush, en septiembre de 2004.

Tras la dimisión de George Tenet en junio de 2004, el Congresista Goss se convirtió en la opción número uno del Presidente George W. Bush para ser el nuevo Director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA). Dada su estrecha relación con los legisladores, el Senado aprobó su nombramiento por 77 votos a favor y 17 en contra. Se convirtió en el segundo miembro del Congreso en dirigir la CIA -el primero fue George Bush.

Era un hombre partidista, nada independiente, muy cercano a la Casa Blanca, que tendría la misión de mantener a la CIA bajo control en época electoral, y evitar filtraciones de los funcionarios a la prensa, en un momento en que muchos oficiales de la Agencia estaban manifestando hostilidad hacia el Gobierno de Bush, por considerar que los habían estado utilizando como chivos expiatorios para evadir responsabilidades por las evaluaciones erróneas sobre las armas de destrucción masiva de Iraq.

Con él se llevó a la Agencia a un staff de cinco ayudantes que habían trabajado para él en el Congreso, un gesto que fue muy mal recibido en Langley. Pronto chocó con el Subdirector John McLaughlin, pero sus mayores enfrentamientos fueron con el nuevo Director de Operaciones Steve Kappes y sus subordinados de la sección de servicios clandestinos, que consideraban demasiado políticos a los hombres de Goss.

Kappes insinuó a los empleados del departamento de Operaciones que no fueran serviles con el nuevo Director, si querían sobrevivir profesionalmente en la CIA. Kappes y McLaughlin estaban convencidos de que Goss preferiría terminar transigiendo con ellos. Pero al ver que en las trifulcas, Goss protegía siempre a su staff de confianza, Kappes y McLaughlin decidieron dimitir.

Por otro lado, Goss tuvo que ver cómo sus funciones se veían limitadas tras la aprobación del Intelligence Reform and Terrorism Prevention Act, consecuencia directa de las comisiones investigadoras del 9/11. Este acta estableció la creación del puesto de Director Nacional de Inteligencia para supervisar y coordinar el trabajo de las quince agencias que componen los servicios de Inteligencia estadounidenses. El Director de la CIA perdería el acceso al Presidente, y el Director Nacional de Inteligencia sería su inmediato superior.

No tardaron en surgir los desacuerdos entre Goss y el nuevo Director Nacional de Inteligencia John Negroponte. Goss se resistió a entregar personal y recursos de la CIA a nuevos organismos creados para combatir el terrorismo o la proliferación de armamentos, y a delegar las principales funciones analíticas en el equipo de Negroponte. Vio también cómo la competencia sobre gran parte de operaciones especiales pasaba al Pentágono.

Dimitió el 5 de mayo de 2006.

Otros datos

Es miembro del Council on Foreign Relations (CFR) y el Ripon Society. Habla griego, francés, y español.

jueves, 18 de diciembre de 2008

George Tenet: Director de la CIA (1996-2004)


George John Tenet (n. 5 de enero, 1953) Oficial del Gobierno estadounidense. Fue Director de la Agencia Central de Inteligencia (1996-2004), el segundo que más tiempo estuvo en el cargo -sólo superado por Allen Dulles.

Origen y formación

Nació en Queens, Nueva York. Hijo de inmigrantes albaneses de origen griego que abrieron una cafetería en Queens, se crió en colegios públicos de Nueva York. En 1974, se graduó en Relaciones Internacionales por el Edmund A. Walsh School of Foreign Service de la Universidad de Georgetown, y en 1978 obtuvo un Master por el School of International and Public Affairs de la Universidad de Columbia.

Capitolio (1982-1989) y Consejo de Seguridad Nacional (1993-1995)

Terminados sus estudios, sirvió como director de investigación del American Hellenic Institute (1978-1979). Después empezó a trabajar en el Capitolio, primero como asistente legislativo y luego como director de gabinete del Senador republicano John Heinz, de Pennsylvania (1982-1985), cubriendo asuntos energéticos y de Seguridad Nacional.

En agosto de 1985, fue asignado al Comité de Inteligencia del Senado, como representante del Senador demócrata Patrick Leahy, de Vermont (1985-1989). Sirvió durante cuatro años como asesor del Comité de Inteligencia, convirtiéndose en director de staff, y dirigió todos los trabajos del Comité en lo relativo a las negociaciones de control de armas entre EEUU y la URSS.

A finales de 1992, fue fichado por el equipo de transición del Presidente-electo Bill Clinton, para cuestiones de Seguridad Nacional e Inteligencia. Y en 1993, se integró en el staff del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca como Director de Programas de Inteligencia y Asistente de Anthony Lake. En los dos años (1993-1995) que estuvo en el CSN, fue el encargado de coordinar las directivas presidenciales sobre prioridades de Inteligencia, políticas de seguridad, eficiencia de la contrainteligencia, o capacidades espaciales.

Director de la CIA (1996-2004)

En el contexto de sustitución de altos cargos emprendida por el director John Deutch en la Agencia Central de Inteligencia, George Tenet fue nombrado Subdirector de la CIA en julio de 1995. Tras la inesperada dimisión de Deutch en diciembre de 1996, Tenet pasó a ejercer como Director en funciones hasta que el Presidente Clinton encontrara un sustituto para Deutch.

Clinton nominó a su Consejero de Seguridad Nacional Anthony Lake, pero este no contó con el respaldo del Senado y se vio obligado a retirar su candidatura. Tenet pasó a ser el relevo natural de Deutch, y contó con el favor del Comité de Inteligencia del Senado, en el que había servido durante varios años. En julio de 1997, pasó de ser Director en funciones a ser Director de pleno derecho. A pesar de llevar sólo un año en Langley, supo ganarse el favor de sus subordinados, mostrando lealtad hacia sus empleados.

Tenet se embarcó en la difícil misión de regenerar la CIA. Para 1997, el número de agentes reclutados cada año había descendido a las cifras más bajas de la historia, una caída del 25% respecto al pico de la Guerra Fría. Para invertir la tendencia, apeló a la misión original de la Agencia, que había sido "prevenir un nuevo Pearl Harbor" en tiempos de paz. El desafío estaba en identificar de dónde podría venir el peligro en el mundo posterior a la Guerra Fría. Tenet se centró en problemas potenciales como las transformaciones en Rusia y China, los "estados canallas" como Corea del Norte, Irán e Iraq, y el terrorismo.

En agosto de 1998, la CIA fijó como objetivo militar una fábrica situada en la capital de Sudán, alegando que se trataba de una planta de fabricación de armamento químico que abastecía a la red terrorista Al Qaeda, que había reivindicado los atentados contra las embajadas estadounidenses en Kenia y Tanzania. El Presidente Clinton, en respuesta a los atentados, y apoyado en las informaciones de Inteligencia, ordenó un ataque con misiles crucero para destruir la fábrica de Sudán. Cuando se descubrió que el objetivo bombardeado era en realidad la planta farmacéutica más importante del país, y que no tenía conexiones con el terrorismo, Tenet tuvo que aguantar fuertes críticas de prensa y legisladores por las informaciones erróneas suministradas por la CIA.

Otra actuación polémica de la Agencia tuvo lugar nueve meses después, durante la Guerra de Kosovo. La CIA suministró coordenadas para establecer algunos blancos para los bombardeos de la OTAN, que resultaron en la destrucción de la Embajada de China en Belgrado. La CIA se defendió asegurando que el ataque contra la Embajada -el único objetivo específicamente seleccionado por la CIA durante toda la guerra- había sido producto de un error. Pero informes posteriores a la guerra sugirieron que la Embajada china fue deliberadamente atacada como advertencia hacia los chinos, que habían estado suministrando información militar táctica al Gobienro de Slobodan Milosevic.

En 2001, el nuevo Presidente George W. Bush confirmó a Tenet como Director de la CIA, después de recibir buenas referencias del ex Senador David Boren, un demócrata conservador de Oklahoma, antiguo presidente del Comité de Inteligencia del Senado y amigo de la familia Bush.

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En la imagen: George Tenet habla con el Presidente George W. Bush y la Consejera de Seguridad Nacional Condoleezza Rice en el Despacho Oval. 8 de octubre, 2001.

Espionaje a Al Qaeda en Afganistán (1999-2001)

En 1999, Tenet puso en marcha un plan para tratar la amenaza de Al Qaeda. Colocó a Cofer Black al frente del Centro de Contra-Terrorismo de la CIA, y le ordenó revisar la estrategia operacional de la Agencia contra Bin Laden. Destituyó a Mike Scheuer como jefe de la estación encargada de Bin Laden, y puso en su lugar a "Richard" (Rich, Richie), un agente de su círculo más íntimo, para tener plena autoridad sobre las actividades de la unidad encargada de Bin Laden.

Los objetivos de la nueva estrategia pasarían por penetrar el santuario de Al Qaeda en Afganistán con agentes estadounidenses y afganos reclutados, para obtener información que permitiera montar operaciones contra la red de Bin laden. Los oficiales de la unidad de Contra-Terrorismo de la CIA visitaron el norte de Afganistán en octubre de 1999, y se creó la "célula Qaeda" para dar liderazgo operacional a los esfuerzos.

La CIA concentró la mayor parte de sus limitados recursos en el plan, lo que permitió que, como mínimo, sus más modestas aspiraciones pudieran ser alcanzadas. Los esfuerzos de Inteligencia para reunir información sobre Bin Laden y Al Qaeda se incrementaron considerablemente a partir de finales de 1999. En los dos años siguientes, la CIA logró extender los programas de recogida de información, y establecer en casi todo el territorio de Afganistán redes de Inteligencia Humana, muy descuidada desde el final de la Guerra Fría. Pero no logró infiltrar informadores en el círculo más íntimo de Bin Laden.

Vuelos de reconocimiento en Afganistán (2000-2001)

La CIA también experimentó con un pequeño avión de reconocimiento Predator a control remoto, para tratar de ubicar a Bin Laden en Afganistán. Una serie de vuelos en otoño de 2000, supervisados por oficiales del Centro de Contra-Terrorismo, y guiados por pilotos de la USAF desde el cuartel general de la CIA en Langley, produjo probables vistas del líder de Al Qaeda.

Los oficiales de Contra-Terrorismo pidieron a Tenet armar los Predator con misiles anti-tanque Hellfire para tratar de asesinar a Bin Laden y otros líderes de Al Qaeda. Pero existían limitaciones técnicas y legales: por una parte, Tenet era reacio a devolver a la CIA a los tiempos del negocio del asesinato; y por otra parte, una serie de pruebas realizadas en el Desierto de Nevada habían dado resultados mixtos.

Tenet informó del tema en una reunión a nivel de los comités principales del Gabinete presidencial, el 4 de septiembre de 2001. Si el Gabinete quería otorgar poderes a la CIA para ejecutar operaciones letales, Tenet dijo que "debían hacerlo con los ojos bien abiertos, y plenamente conscientes de las potenciales consecuencias si hubiera un ataque controvertido o equivocado."

La Consejera de Seguridad Nacional Condoleezza Rice concluyó que se requería armar los Predator, pero que aún no estaban técnicamente preparados. Recomendó a Tenet reanudar los vuelos de reconocimiento, y dio autorización de la Casa Blanca para poner en marcha el despliegue del sistema con aviones capaces de utilizar armas.

9/11 y Guerra de Afganistán (2001)

Tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington DC, muchos observadores críticos señalaron a la Comunidad de Inteligencia por no haber sido capaces de prevenir los acontecimientos. Pero el Presidente Bush decidió ratificar a Tenet y su equipo al frente de la CIA, por el conocimiento que habían adquirido sobre las redes de Al Qaeda en los dos años anteriores, y porque Tenet logró convencerle de que los planes diseñados a partir de 1999 ayudarían a la CIA a colocarse en una mejor posición para responder al 9/11.

Durante una reunión del Consejo de Seguridad Nacional, celebrado en Camp David el 15 de septiembre de 2001, Tenet presentó el Worldwide Attack Matrix, un documento que detallaba las operaciones encubiertas que la CIA tenía en marcha en 80 países de Asia, Oriente Medio y África. El documento sería una primera guía de lo que más tarde se conocería como Guerra contra el Terrorismo. La información allí detallada, permitiría a EEUU tomar medidas financieras, militares y judiciales contra las redes de Al Qaeda en 92 países alrededor de todo el mundo.

Tenet propuso al Presidente enviar de inmediato nuevos equipos de la CIA a Afganistán, a trabajar de forma conjunta con las unidades militares de Operaciones Especiales. El trabajo realizado por la CIA en los años anteriores y la larga presencia de sus agentes en Afganistán, fue fundamental para preparar en tiempo record (menos de cuatro semanas) la intervención militar para derrocar a los talibanes con el apoyo de la Alianza del Norte y los señores de la guerra (octubre-noviembre de 2001), y permitió al Presidente ofrecer una respuesta exitosa ante su electorado.

El éxito en Afganistán estrechó la relación de confianza entre Bush y Tenet, que había sido fría hasta ese momento. El Presidente empezaría a llamarle "hermano George", y Tenet le correspondería con una lealtad a prueba de bombas.

Guerra de Iraq (2003)

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En la imagen: George Tenet (sin chaqueta) ofrece una sesión informativa al Presidente Bush, en presencia del Vicepresidente Dick Cheney y el Jefe de Gabinete Andrew Card, la mañana del 20 de marzo de 2003, horas después de iniciarse la invasión de Iraq.

Mientras la Administración Bush empezaba a avistar la posibilidad de proceder al derrocamiento de Saddam Hussein en Iraq, a George Tenet le tocó utilizar los informes de Inteligencia para dar cobertura a los planes políticos de la Casa Blanca. En una reunión el 12 de diciembre de 2002, aseguró al Presidente que las evidencias de que Saddam tenía armas de destrucción masiva serían un caso de "canasta clavada", en referencia a que servirían para vender la intervención militar al público estadounidense.

Con ese propósito, supervisó la redacción del documento "Estimación de Inteligencia 2002" sobre la existencia de armas de destrucción masiva en Iraq, que ayudaría a construir el caso para la guerra, y reportaría información para la exposición del Secretario de Estado Colin Powell ante las Naciones Unidas.

Pero la falta de resultados a la hora de encontrar armas de destrucción masiva después de la guerra, volvió a colocar en cuestión la credibilidad de la CIA. David Kay, el oficial de la CIA que lideró el Iraq Survey Group encargado de encontrar las armas prohibidas de Saddam, tuvo que declarar ante el Congreso que "estuvimos casi todos equivocados." Y el Comité de Inteligencia del Senado empezó a preparar un informe crítico sobre los errores de Inteligencia que justificaron la guerra, elevando la presión bipartidista sobre George Tenet en época pre-electoral.

Dimisión (2004)

Presentó su dimisión de forma inesperada el 3 de junio de 2004. Al día siguiente también dimitió James Pavitt, el Director de Operaciones Encubiertas de la CIA.

En la Casa Blanca no esperaban su dimisión antes de las elecciones. La mañana del 3 de junio de 2004, el Presidente Bush compareció ante los medios en los jardines de la Casa Blanca con el Primer Ministro australiano John Howard. Terminada la conferencia de prensa, el Presidente se retiró para prepararse para emprender viaje a Francia con motivo del 60 aniversario del desembarco de Normandía. Pero pocos minutos después, volvió a salir a los jardines de la Casa Blanca para sorprender a los periodistas con la noticia de la dimisión de Tenet.

El 14 de diciembre de 2004, el Presidente Bush le otorgó la Medalla Presidencial de la Libertad por su servicio en la Guerra contra el Terrorismo.

Últimos años

En 2007 escribió el libro 'En el centro de la tormenta', en el que hablaba bien del Presidente Bush, pero acusaba al Vicepresidente Dick Cheney, el número dos del Pentágono Paul Wolfowitz, y el número tres del Pentágono Douglas Feith, de haber presionado en favor de un ataque militar contra Iraq desde 2001, y de haber convertido a él y a la CIA en chivos expiatorios.

Entre 2006 y 2008, sirvió en la junta de directores de QinetiQ, una compañía internacional de tecnología militar. Desde febrero de 2008 es director del banco de inversiones Allen & Company. Es profesor de Diplomacia en la Universidad de Georgetown.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

John Deutch: Director de la CIA (1995-1996)


John Mark Deutch (n. 27 de julio, 1938) Químico estadounidense. Fue Director de la Agencia Central de Inteligencia (1995-1996).

Origen y formación

Hijo de un ruso judío, nació en Bruselas, Bélgica, poco antes de la Segunda Guerra Mundial. Se naturalizó estadounidense en 1945. Se graduó en Historia y Economía por la Amherst College, y obtuvo una licenciatura en Ingeniería Química y un Doctorado en Química por el Massachusetts Institute of Technology (MIT). Cuenta también con títulos honorarios por la Universidad de Massachusetts en Lowell, y la Northeastern University.

Carrera académica y Departamento de Energía

Desde su graduación, colaboró con diferentes departamento del Gobierno, y dio clases en prestigiosas universidades. Entre 1961 y 1965, trabajó en la Oficina de Análisis de Sistemas del Pentágono. Entre 1966 y 1969, fue profesor asistente de Química en la Universidad de Princeton. En 1970 volvió al Massachusetts Institute of Technology (MIT) como profesor titular, y a partir de 1976 como presidente del Departamento de Química del MIT, donde sus investigaciones se centraron en aplicaciones militares de teconología como la bomba termobárica, una de las armas no nucleares más devastadoras.

Durante la Administración Carter (1977-1981), sirvió en varios puestos en el Departamento de Energía: Director de Investigación Energética y Asistente del Secretario de Energía para Tecnología Energética (1977-1979); y Subsecretario de Energía (1979-1980).

En 1980, volvió al Massachusetts Institute of Technology (MIT): fue Decano de la Facultad de Ciencias (1982-1985); y rector del MIT (1985-1990). Durante su mandato, enfadó a muchos en el MIT por su estilo autoritario de liderazgo. Especialmente controvertida fue su decisión de cerrar el Departamento de Ciencias Biológicas Aplicadas, tras menos de un mes de discusiones. Sus conexiones con el Pentágono, y los conflictos de intereses con las corporaciones en cuyas juntas servía, también fueron motivo de polémica.

Integró el Foro Departamento de Defensa-Universidad (1983); fue miembro del Panel sobre el Misil Midgetman (1986); y miembro de la Junta de Asesores en Inteligencia Exterior del Presidente George Bush (1989-1993).

Vicesecretario de Defensa (1994-1995) y Director de la CIA (1995-1996)
Con la llegada del demócrata Bill Clinton a la Casa Blanca, Deutch pasó al Pentágono como Subsecretario de Defensa para Adquisiciones y Tecnología (1993-1994). Con el sobrenombre "Zar de Adquisiciones", estuvo a cargo de la compra de decenas de miles de millones de dólares en armamento.

En 1994, fue ascendido a Visecretario de Defensa, número dos del Pentágono, sirviendo a las órdenes del Secretario William Perry. Ese cargo le otorgó cierta autoridad sobre gran parte del presupuesto para Inteligencia, y fue uno de los principales estrategas civiles de la invasión de Haití para devolverle el poder a Jean-Bertrand Aristide.

Tras la dimisión de James Woolsey como Director de la CIA, el Presidente Clinton apostó como susutituto por el General Michael Carns. Pero el General Carns se vio obligado a retirar su candidatura tras saberse que había contratado de forma irregular a un criado filipino. Y el puesto recayó en Deutch, que tuvo que aceptarlo en contra de su voluntad, por lealtad al Presidente. Se convirtió así en el primer individuo nacido fuera del territorio estadounidense en alcanzar la dirección de la Agencia.

Le tocaría coordinar las evaluaciones de Inteligencia para la Casa Blanca, sobre la guerra en los Balcanes, la inestabilidad en Rusia, el tráfico de armamento y material radioactivo, el proceso de paz en Oriente Próximo, las tensiones entre India y Pakistán, o la seguridad en el Golfo Pérsico.

Considerado un conservador en asuntos de Defensa e Inteligencia, Deutch había sido un fuerte defensor del rearme nuclear, y de la experimentación conjunta de armas químicas y biológicas para incrementar su eficiencia. Contaba con un impresionante historial académico, pero carecía de experiencia en la comunidad del espionaje. Y llegó a la CIA en un momento en que esta se enfrentaba a fuertes recortes de presupuesto, y a la desmotivación de sus empelados una vez superada la etapa de la Guerra Fría.

Tuvo que ejecutar una directiva firmada por el Presidente Clinton fijando las nuevas prioridades de los servicios de Inteligencia, que incluían el narcotráfico, el crimen organizado, el espionaje industrial, o el negocio de armas de alta tecnología, y colaborar con un comité ejecutivo establecido para revisar y evaluar periódicamente dichas prioridades.

Tuvo que enfrentar las acusaciones de abusos de los derechos humanos contra veteranos empleados de la CIA, y sus primeras acciones estuvieorn dirigidas a la renovación de altos cargos, sustituyendo a la mayoría de altos oficiales por gente de fuera de la Agencia. Destituyó al antiguo jefe de operaciones encubiertas en Latinoamérica, y a varios jefes de estación involucrados en casos de abusos.

Aunque sus primeros pasos al frente de la CIA fueron muy populares entre los políticos, incluídos los miembros de los Comités de Inteligencia del Senado y la Cámara de Representantes, algunos de los agentes más veteranos de la Agencia no los recibieron de buen grado, y percibieron que Deutch estaba sacrificando a sus compañeros sólo para quedar bien con los legisladores. Bajo el liderazgo de Deutch, se asistió a un aumento de la influencia de personas ajenas a las filas de la CIA, que tendrían más peso en la dirección que esta tomaría en los años siguientes.

Presentó su dimisión de forma inesperada en diciembre de 1996, tras dieciocho meses en el cargo.

Sancionado por duplicar documentos secretos
En 1999, John Deutch se convirtió en el primer ex Director de la CIA sancionado por el Departamento de Contraespionaje de la CIA. Fue expedientado por imprudencia temeraria, por transferir a su ordenador personal documentos clasificados que contenían información reservada sobre los programas de armas químicas de Iraq o sobre atentados terroristas contra intereses estadounidenses en el extranjero , y hacer duplicados de 31 de esos documentos, cuando era el máximo responsable de la Agencia.

Como consecuencia, Deutch quedó definitivamente desvinculado de la CIA y de los Departamentos de Defensa y Energía, a los que había prestado asistencia en materia de Seguridad Nuclear entre 1997 y 1999.

Últimos años
Actualmente ejerce como profesor de Química en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), y forma parte de los consejos de administración de Citigroup, Cummins, Raytheon, y Schlumberger Ltd. Es miembro del Council on Foreign Relations (CFR), la Trilateral Commission, y el Bilderberg Group.

martes, 16 de diciembre de 2008

James Woolsey: Director de la CIA (1993-1995)


Robert James Woolsey (n. 21 de septiembre, 1941) Abogado estadounidense. Fue Director de la Agencia Central de Inteligencia (1993-1995).

Origen y formación

Nació en Tulsa, Oklahoma. Se graduó por la Universidad de Stanford, y obtuvo un Master en la Universidad de Oxford. En 1968 se licenció en Derecho por la Escuela de Leyes de la Universidad de Yale, llegando a ser editor de la revista de Derecho de Yale ese mismo año.

Servicio en el Gobierno (1969-1991)
Durante su servicio militar, fue reclutado para servir como asesor de la Delegación de EEUU en las conversaciones para la Limitación de Armas Estratégicas (SALT I), en Helsinki y Viena (1969-1970). Y de allí pasó a servir como consejero general del Comité de Servicios Armados del Senado de EEUU (1970-1973).

Tras un periodo ejerciendo la abogacía privada, fue Subsecretario de la Marina (1977-1979) en la Administración de Jimmy Carter, delegado en las negociaciones celebradas en Génova entre EEUU y la URSS para la Reducción de Armas Estratégicas (START) y Armas Nucleares y Espaciales (NST) entre 1983 y 1985, y Embajador para la Negociación de Fuerzas Armadas Convencionales en Europa (CFE) entre 1989 y 1991.

Durante las Administraciones de Ronald Reagan y George Bush, también integró varias comisiones presidenciales: la Comisión Presidencial sobre Fuerzas Estratégicas (1983); la Comisión Presidencial sobre la Dirección de la Defensa (1985-1986); y la Comisión Presidencial para la Reforma Federal de Leyes Éticas (1989).

Director de la CIA (1993-1995)

Considerado un intelectual neoconservador encuadrado en el Center for Strategic and International Studies, James Woolsey fue nombrado Director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) por el Presidente Bill Clinton, en 1993.

Clinton había hecho campaña en 1992 influenciado por varios teóricos neoconservadores contrarios a la línea realista dogmática de la Administración Bush en política exterior, y prometiendo ser más duro en Taiwán y Bosnia, promover la democracia fuera de EEUU, y anteponer los derechos humanos en las relaciones con China. Promesas que en su mayoría no se cumplirían, pero que llevaron a la inclusión de Woolsey en su equipo de Seguridad Nacional.

Trabajador incansable, Woolsey se volcó en jornadas de trabajo de 16 horas, en el ambicioso objetivo de convertir la CIA de la Guerra Fría en una nueva organización. Pero en ese cometido se vio envuelto desde el principio en un áspero enfrentamiento con el Comité de Inteligencia del Senado, siendo incapaz de convencer a los escépticos legisladores, de que la Agencia necesitaba un presupuesto anual de 28,000 millones de dólares para enfrentar los desafíos de la nueva era, y dotarse de un costoso programa de satélites de espionaje. Terminada la Guerra Fría, el Congreso veía rebajadas las amenazas a la Seguridad Nacional, y quería recortar los presupuestos de Defensa e Inteligencia, en contra de las recomendaciones de Woolsey.


En la imagen: James Woolsey saluda al Presidente Bill Clinton en el Despacho Oval de la Casa Blanca. 16 de marzo, 1994.

El principal motivo de su incapacidad a la hora de convencer al Capitolio, estuvo en la falta de respaldo político desde la Casa Blanca. El Presidente Bill Clinton no encontraba tiempo para la CIA, y la relación con Woolsey fue la más fría jamás habida entre un Presidente y un Director de la CIA. En sus dos años al frente de la CIA, Woolsey no tuvo ni un sólo encuentro privado con Clinton. Incluso los encuentros semiprivados fueron escasos -sólo dos veces. La comunicación se realizaba siempre a través del Consejero de Seguridad Nacional Anthony Lake.

Más tarde, Woolsey recordaría que, "no hubo mala relación con el Presidente. Símplemente, esa relación no existió." Y cuando un tipo aterrizó con una avioneta en los jardines de la Casa Blanca en 1994, se extendió entre los empleados de la CIA en Langley el chiste que decía que el de la avioneta había sido el Director tratando de conseguir una cita para ver a Clinton.

Pero lo que dañó irreparablemente la reputación de Woolsey, fue el escándalo del descubrimiento del agente doble Aldrich Ames, un agente de la CIA que había espiado para el KGB y el FSB desde 1985, revelando a los rusos una docena de nombres de agentes estadounidenses y británicos infiltrados en los servicios de espionaje enemigos. Si bien la responsabilidad no era de Woolsey, este cometió el error de reaccionar al escándalo protegiendo a los altos cargos responsables de la negligencia, en lugar de abrir un proceso de renovación de personal.

El 28 de diciembre de 1994, James Woolsey presentó su dimisión al Presidente Clinton. Cesó como Director de la CIA el 10 de enero de 1995.

Asistencia de la CIA al Congreso Nacional Iraquí

Bajo la dirección de Robert Gates, la CIA había organizado en 1992 el Congreso Nacional Iraquí (CNI), un grupo de oposición a Saddam Hussein con grupos armados kurdos y otras organizaciones, liderado por Ahmed Chalabi. Con Woolsey continuó la operación de financiación y asistencia al grupo con grandes cantidades de dinero para construir campos de entrenamiento en el Kurdistán, y emisoras de radio y televisión para transmitir propaganda contra Saddam.

Chalabi utilizó parte de los fondos que recibía de la CIA en crear una milicia armada. Con el visto bueno de Washington, urdió un plan para utilizar a su milicia, junto con líderes tribales sobornados, y lanzar un ataque simultáneo en tres ciudades contra las tropas de Saddam. Para apoyar la ofensiva, en octubre de 1994, la CIA estableció una base permanente en la ciudad de Salahudín, en la zona de exclusión que prohibía los vuelos de aviones iraquíes, y puso tres equipos de agentes a trabajar con los hombres de Chalabi.

Pero poco antes de que se iniciara el ataque, los funcionarios baazistas se habían enterado de la conspiración, y EEUU negó respaldo militar a la operación. La CIA informó a Chalabi que "cualquier decisión de seguir adelante sería sólo de su responsabilidad." Chalabi se negó a abortar la operación y siguió adelante. Pero para entonces, muchos de los insurgentes habían desertado, y la revuelta terminaría fracasando en pocas semanas. El ejercito iraquí asesinaría a más de un centenar de insurgentes apoyados por el Congreso Nacional Iraquí.

Últimos años

Tras abandonar la CIA, Woolsey volvió a trabajar como abogado en la prestigiosa firma legal Shea & Gardner, en Washington DC. Estuvo entre los primeros miembros del Project for the New American Century (PNAC), y en 1998 fue uno de los firmantes de una carta enviada por ex funcionarios e intelectuales al Presidente Clinton, haciendo un llamamiento para derrocar a Saddam Hussein. Ese mismo año, integró la Comisión de Evaluación de la Amenaza de Misiles Balísticos, que evaluó la amenaza de los misiles balísticos contra Estados Unidos, y más tarde la Comisión Nacional sobre Terrorismo (1999-2000).

Durante el primer mandato de George W. Bush, ejerció de asesor del Pentágono: como miembro de la Junta de Política de Defensa (2001-2005) y miembro del Panel de Asesoría de Conceptos de Disuasión (2001-2003).

Desde 2002, es Vicepresidente de Booz Allen Hamilton, una firma consultora de gestión y tecnología. Es miembro del Washington Institute for Near East Policy (WINEP), miembro de la junta de asesores del Jewish Institute for National Security Affairs, y miembro fundador de Set America Free. También es patrón de la Henry Jackson Society, un think-tank británico con sede en Cambridge, y fue presidente del consejo de administración del Freedom House.

En 2008, fue asesor de Seguridad Nacional y política energética de la campaña presidencial del Senador John McCain.

lunes, 15 de diciembre de 2008

Robert Gates: Director de la CIA (1991-1993)

Para Wikipedia.


Robert Michael Gates (n. 25 de septiembre, 1943) es el 22º y actual Secretario de Defensa de los Estados Unidos. Fue Director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) entre noviembre de 1991 y enero de 1993.

Origen y formación

Nació en Wichita, Kansas. Se licenció en Historia Europea por la Universidad de Indiana en 1966, y se doctoró en Historia Rusa y Soviética por la Universidad de Georgetown en 1974.

Carrera en la CIA y el Consejo de Seguridad Nacional

Durante su estancia en la Universidad de Indiana, fue reclutado por la Agencia Central de Inteligencia (CIA), y sirvió en la Fuerza Aérea entre 1967 y 1969 como oficial del Comando Estratégico del Aire, antes de trabajar a tiempo completo como analista de Inteligencia (1969-1974).

En 1974 se integró en el equipo del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, a las órdenes de Henry Kissinger primero y Brent Scowcroft después, sirviendo durante las administraciones de Richard Nixon y Gerald Ford. Con la llegada del demócrata Jimmy Carter a la Presidencia, Gates continuó trabajando en la Casa Blanca, esta vez bajo las órdenes del nuevo Consejero de Seguridad Nacional, Zbignew Brzezinski. En esta etapa (1977-1979) colaboró en la redacción de varios informes sobre la situación de Irán.

En 1979, volvió a la CIA como analista y director del staff ejecutivo del adjunto a dirección. En ese tiempo, junto a otros oficiales y ex oficiales de la CIA descontentos con las políticas de Carter, transmitió a través de William Casey y George Bush, información privilegiada a la campaña electoral del republicano Ronald Reagan, y participó en contactos secretos con oficiales de Inteligencia iraníes para retrasar más allá de la elección presidencial de 1980 la liberación de los 52 rehenes estadounidenses secuestrados en Teherán.

En 1981, se convirtió en asistente ejecutivo del nuevo Director de la CIA, William Casey. Y en 1982, fue nombrado Subdirector para Asuntos de Inteligencia, y Casey lo colocó a cargo de la división analítica de la Agencia. En esa responsabilidad, le tocó ajustar los informes de Inteligencia a los deseos políticos de la Casa Blanca. En 1985, por orden de Casey, llevó a cabo una evaluación de Inteligencia sobre un supuesto complot soviético contra el Papa, en la esperanza de producir un documento que minara los esfuerzos diplomáticos del Secretario de Estado George Shultz para mejorar relaciones con Moscú, que iban en contra de la línea de Casey.

Fue ascendido a Director Adjunto de la CIA en 1986, y tras la dimisión del director William Casey en 1987, el Presidente Ronald Reagan nominó a Gates para dirigir la Agencia. Pero el Senado se mostró contrario a su confirmación, y tuvo que retirar su nominación. Esto se debió a que Gates había estado estrechamente relacionado con importantes figuras implicadas en el escándalo Irán-Contras, y a los polémicos informes que había redactado en los que aconsejaba que EEUU debería intervenir militarmente en Nicaragua para neutralizar al gobierno sandinista enemigo de Washington.

En 1989, el nuevo Presidente George Bush lo nombró Adjunto al Consejero de Seguridad Nacional Brent Scowcroft. Como número dos del Consejo de Seguridad Nacional (1989-1991), Gates tuvo libre acceso al Presidente, y un papel activo en las decisiones del Gobierno respecto a temas trascendentales de la política exterior como la intervención militar en Panamá, la unificación de Alemania, la configuración de un nuevo tipo de relación con la ya crepuscular URSS, o la respuesta diplomática y militar a Iraq tras la invasión de Kuwait.

Director de la CIA (1991-1993)


En la imagen: el Presidente George Bush anuncia la nominación de Robert Gates como nuevo Director de la CIA. 14 de mayo, 1991.

El Presidente George Bush propuso a Gates por segunda vez para Director de la CIA en mayo de 1991, para sustituir a William Webster. En esta ocasión sí consiguió la aprobación del Senado después de un duro proceso de confirmación en el que tres ex empleados de la CIA declararon en su contra, y le acusaron de haber falsificado informes de Inteligencia para exagerar la amenaza soviética en los últimos años de la Administración Reagan. Se convirtió así en el primer dirigente de la Agencia Central de Inteligencia que alcanzaba el más alto cargo en el escalafón, después de haber comenzado su carrera desde los puestos de base.

En la CIA se rodeó de hombres de confianza como Robert Kerr o el Almirante William Studeman. Su año y medio como Director fue poco productivo en términos de cambios fundamentales en la cultura burocrática de la Agencia. Estableció varios grupos de estudio y comités para evaluar las prioridades de Inteligencia en la nueva realidad geopolítica posterior a la desintegración de la URSS, y puso el proceso analítico de la Agencia al servicio de la línea estratégica marcada desde la Casa Blanca, mejorando notablemente las relaciones entre la CIA y los consejeros del Presidente Bush.

Intensificó los esfuerzos cooperativos con los nuevos servicios de Inteligencia de Rusia, en espacial en lo relativo al intercambio de información sobre terrorismo y tráfico de drogas, y en otoño de 1992 se convirtió en el primer Director de la CIA en visitar Moscú.

Carrera académica (1993-2006)

Estuvo al frente de la CIA hasta el 20 de enero de 1993. Con la llegada del demócrata Bill Clinton a la Casa Blanca, salió del Gobierno y emprendió una nueva carrera en el mundo académico. Pronunció charlas sobre Estudios Internacionales en universidades como Johns Hopkins, Yale, Harvard, Georgetown o Vanderbilt, y trabajó en el Centro de Programas Internacionales de la Universidad de Oklahoma y la College of William & Mary.

Entre 1999 y 2001, fue decano de la George Bush School of Government and Public Service de la Texas A&M University. A partir de 2002 se desempeñó como presidente de esta universidad, una de las instituciones universitarias con mayor crecimiento y expansión en las últimas décadas. Bajo la dirección de Robert Gates se puso en marcha el “Vision 2020”, un plan para colocar a la Texas A&M University entre las 10 mejores universidades públicas del país, fomentando la diversidad cultural, creando nuevas facultades y ampliando las instalaciones del centro.

En 2004, Gates presidió un grupo de trabajo de la Council on Foreign Relations sobre relaciones entre EEUU e Irán, entre cuyas recomendaciones se incluía permitir a Irán desarrollar su programa nuclear sólo para uso civil, bajo la condición de que el gobierno de ese país permitiera acceso total e ilimitado al control de sus instalaciones.

Ese mismo año le fue propuesto por el Presidente George W. Bush convertirse en Director Nacional de Inteligencia, un cargo de nueva creación, pero lo rechazó por considerar que no estaban claras sus competencias. El 15 de marzo de 2006, entró a formar parte del Grupo de Estudio sobre Iraq, también conocido como Comisión Baker, una comisión bipartidista para evaluar las políticas de EEUU hacia Iraq.

Secretario de Defensa (2006-presente)


En la imagen: el Vicepresidente Dick Cheney toma juramento a Robert Gates como nuevo Secretario de Defensa, ante la mirada del Presidente George W. Bush. 18 de diciembre, 2006.

Tras la dimisión de Donald Rumsfeld a finales de 2006, el Presidente George W. Bush escogió a Robert Gates para convertirse en el nuevo Secretario de Defensa, y su nominación fue confirmada por unanimidad en el Senado. Considerado un nombramiento de consenso, Gates estaría obligado a lograr la mayor cantidad de resultados en el menor tiempo posible al frente del Pentágono.

Su llegada al Pentágono coincidió con el anuncio de un cambio de estrategia de EEUU en Iraq, basado en el envío de tropas adicionales, que logró revertir la espiral de violencia. Y presionó a las autoridades iraquíes para dar pasos hacia la estabilidad política, al tiempo que mantuvo una línea cautelosa sobre los plazos para una futura retirada de tropas.

Emprendió importantes cambios de personal en la estructura civil y militar del Departamento de Defensa. Como resultado del escándalo de negligencia en el centro médico militar Walter Reed en febrero de 2007, Gates anunció la destitución del Secretario de la Marina Francis J. Harvey y del General Kevin C. Kiley. En junio de 2007, anunció que no recomendaría la renominación del General Peter Pace como Jefe del Estado Mayor Conjunto, por las dificultades que se encontraría en el proceso de confirmación, y propuso en su lugar al Almirante Michael Mullen.

Y tras las críticas por el vuelo de un avión que trasladó por error seis bombas atómicas sobre el territorio estadounidense, Gates anunció la renuncia del Secretario de la Fuerza Aérea Michael Wynn, y del Jefe de Personal de la Fuerza Aérea Michael Moseley.

El 1 de diciembre de 2008, el Presidente-electo Barack Obama confirmó a Robert Gates como Secretario de Defensa para su Administración. Obama será el séptimo Presidente al que sirva Robert Gates -ha servido a Richard Nixon, Gerald Ford, Jimmy Carter, Ronald Reagan, George Bush y George W. Bush.

Otros datos

Robert Gates ha sido miembro de los consejos de administración de Fidelity Investments, NACCO Industries, Brinker International, Parker Drilling Company, y Science Application International Corporation. También ha participado en los consejos de dirección de American Council on Education, y la National Association of State Universities and Land-Grant Colleges, y es el actual presidente del National Eagle Scout Association.

Casado y con dos hijos, entre las numerosas condecoraciones que ha conseguido por sus servicios destacan la Medalla de Seguridad Nacional y la Medalla Presidencial de la Ciudadanía. También ha sido distinguido en tres ocasiones con la Medalla del Servicio Nacional de Inteligencia.

En 1996 escribió sus memorias bajo el título ‘Desde las sombras: La historia de cinco presidentes contada desde dentro y cómo ganaron la Guerra Fría.

domingo, 14 de diciembre de 2008

William Webster: Director de la CIA (1987-1991)


William Hedgcock Webster (n. 6 de marzo, 1924) Juez estadounidense. Fue Director de la Oficina Federal de Investigaciones (1978-1987) y Director de la Agencia Central de Inteligencia (1987-1991). Es el único individuo que ha dirigido tanto FBI como CIA.

Carrera como Juez

Nació en Saint Louis, Missouri. Sirvió como Teniente de la Marina de los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial. En 1947, se graduó por el Amherst College de Massachusetts, y dos años después se doctoró en Derecho por la Washington University de Saint Louis.

Fue admitido en el Colegio de Abogados de Missouri, y se unió a una firma legal de Saint Louis, pero pronto dejó la práctica privada de la abogacía para iniciar una larga y exitosa carrera en el servicio público. Fue Fiscal del Distrito Este de Missouri (1959-1961), y miembro de la Junta de Examinadores de Leyes de Missouri (1964-1969).

Su vida profesional cambió en 1970, cuando el Presidente Richard Nixon lo nombró Juez de la Corte Federal para el Distrito Este de Missouri (1970-1973), y más tarde Juez de la Corte de Apelaciones para el 8º Circuito (1973-1978). En 1977, el The St. Louis Globe-Democrat lo eligió como "Man of the Year" por sus éxitos como jurista.

Director del FBI (1978-1987)

En 1978, el Presidente Jimmy Carter lo nombró Director de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) para suceder al dimitido Clarence Kelley. El FBI, que hasta los años sesenta había sido muy respetado, estaba en crisis. Los últimos años de J. Edgar Hoover como director se habían destacado por las tácticas cuestionables utilizadas contra los movimientos contrarios a la Guerra de Vietnam, y contra los líderes del movimiento de derechos civiles. Después, el Presidente Nixon y sus aliados habían involucrado al FBI en el encubrimiento del escándalo Watergate, utilizándolo como una herramienta política. Y las investigaicones del Congreso habían dejado al descubierto todo ello, dañando la reputación de la institución.

El Presidente Carter escogió a Webster por su probada integridad personal. Su llegada supuso la vuelta del orden y la calma al FBI, restaurando su reputación y recuperando su lugar en los nueve años que estuvo al frente. El nuevo Director profesionalizó el FBI: bajo su mandato, pasó de sólo perseguir a los ladrones de bancos a controlar a los espías soviéticos, luchar contra la droga y el crimen organizado, y a ocuparse de casos de corrupción política o de delitos económicos.

Fortaleció la lucha contra los delitos de cuello blanco y el tráfico de drogas, y aprobó la operación ABSCAM, una investigación de la corrupción política que resultó en el procesamiento de un gran número de oficiales públicos por aceptar sobornos, entre ellos un Senador de los Estados Unidos, cinco miembros de la Cámara de Representantes, varios miembros del Senado estatal de New Jersey y del Consejo Municipal de Philadelphia, y un inspector del Servicio de Inmigración.

También dirigió grandes golpes contra las familias de la Mafia de Nueva York, exponiendo la estructura y la dirección del crimen organizado a una escala desconocida hasta entonces. Desde 1982, 100 agentes del FBI y detectives de la policía neoyorquina, divididos en cinco grupos, siguieron las actividades de las distintas familias mafiosas, como los Castellano, Salerno, Langelia, Rastelli, o Corallo, mediante la intervención de 90 teléfonos, o la instalación de 80 micrófonos secretos.

Como consecuencia de las operaciones, en 1985, varios líderes de las cinco familias del crimen organizado de Nueva York pudieron ser procesador por su participación en una comisión mafiosa nacional, que decidía asesinatos, realizaba tráfico de drogas, préstamos usurarios, juego ilegal, extorsiones y fraude organizado.

Director de la CIA (1987-1991)

Tras la dimisión de William Casey como jefe de la CIA en 1987, en un primer momento el Presidente Ronald Reagan propuso como sucesor al número dos de Casey, Robert Gates. Pero este, debido a su cercanía con Casey, tuvo que retirar su candidatura para evitar una difícil batalla de confirmación en el Senado. Después Reagan, por consejo de su Jefe de Gabinete Howard Baker, ofreció el puesto al ex Senador John Tower, pero este lo rechazó. William Webster fue la tercera opción, y la que más consenso suscitó entre los legisladores. Gracias a su intachable reputación en el FBI, fue confirmado sin problemas como nuevo Director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).

No tenía experiencia en política exterior, pero sí en materia de espionaje, y como jefe ejecutivo de un gran monstruo burocrático del Gobierno, a través de su trabajo en el FBI. Una vez más, las investigaciones legislativas de un nuevo escándalo, el Iran-Contras, habían llevado al cuestionamiento de la integridad y la honestidad de las actividades de la CIA. A Webster le correspondió reparar las relaciones con el Congreso y restaurar la credibilidad de la Agencia.

Formó una comisión interna para evaluar las conclusiones del informe final del Congreso sobre el Irangate, y completar su propia investigación acerca de las responsabilidades de los profesionales de la CIA en las operaciones ilegales. Y aplicó las nuevas leyes que prohibían específicamente la autorización de misiones secretas de forma retroactiva, como había ocurrido en 1985 con el envío de armas a Irán.

(hacer click para ampliar)

En la Imagen: el Presidente George Bush reunido en el Despahco Oval con Brent Scpwcroft (Consejero de Seguridad Nacional), Robert Gates (número dos de Scowcroft), John Sununu (Jefe de Gabinete), William Webster (Director de la CIA), y de pie Charles Peters (informador de la CIA), en 1990.

En 1989, el nuevo Presidente George Bush confirmó a Webster al frente de la CIA por su buena prensa, pero lo despojó de su condición de miembro del Gabinete Presidencial. Bush siempre lo consideró un hombre demasiado cercano a sus críticos del Congreso. El deseo de Webster de agradar a los legisladores, su buena disposición a notificar escrupulosamente al Congreso sobre todas las operaciones encubiertas, y su resistencia a utilizar los informes de Inteligencia en favor de las necesidades políticas de la Administración, llevaron a un enfriamiento de su relación con el Presidente.

Irritó a la Casa Blanca cuando, en 1990, apoyándose en las evaluaciones de la Agencia, argumentó que las sanciones económicas contra Saddam Hussein estaban funcionando. Y debido a las posteriores presiones de la Casa Blanca, cambió radicalmente de discurso justo antes de que el Congreso votara sobre la autorización del uso de la fuerza para expulsar a las tropas iraquíes de Kuwait, lo que terminaría resintiendo su credibilidad ante los congresistas y senadores.

En primavera de 1991, anunció que abandonaba la dirección de la CIA. Ese mismo año fue condecorado con la Medalla Distinguida de Inteligencia, la Medalla Presidencial de la Libertad, y la Medalla de Seguridad Nacional.

Últimos años

Desde que abandonó la CIA, ha trabajado como abogado especializado en arbitraje, mediación e investigación interna en Milbank, Tweed, Hadley & McCloy, una firma legal global. Desde 2006 es presidente del Comité Asesor del Departamento de Seguridad Interior.

Es miembro de la American Bar Association, del Council of the American Law Institute, del Order of the Coif, y del American College of Trial Lawyers.

viernes, 12 de diciembre de 2008

William Casey: Director de la CIA (1981-1987)


William Joseph Casey (n. 13 de marzo, 1913 - m. 6 de mayo, 1987) Abogado y espía estadounidense. Fue Director de la Agencia Central de Inteligencia (1981-1987).

Origen y formación

Nació en una familia católica de Long Island, Nueva York. En 1934 se graduó por la Fordham University, y más tarde atendió la Escuela de Leyes de la St. John's University. Tras graduarse en Derecho, se unió al Research Institute of America, un centro privado de investigación y desarrollo del mundo de los negocios, llegando a alcanzar la presidencia de la junta de editores del instituto.

Segunda Guerra Mundial: oficial de la OSS en Europa (1941-1945)

Durante la Segunda Guerra Mundial, se unió al staff del Mayor General William J. Donovan, fundador y jefe de la Oficina de Servicios Estratégicos (OSS). Empezó como asistente administrativo del Coronel David K. E. Bruce. Asignado al teatro europeo, Casey recibió la Estrella de Bronce por su trabajo de coordinación de las fuerzas de la resistencia francesa en apoyo de la invasión de Normandía y la liberación de Francia.

A finales de 1944, sustituyó a Paul Helliwell como jefe de operaciones secretas de Inteligencia de la OSS en Europa, dirigiendo a los espías continentales desde las oficinas de la OSS en el Grosvenor Street de Londres. Y terminada la Guerra, sirvió como consejero general asociado en el cuartel general europeo para la aplicación del Plan Marshall (1947-1949).

Abogado y oficial del Gobierno de EEUU (1949-1981)

Volvió a los Estados Unidos en 1949. Hasta 1962 dio clases de Derecho Fiscal en la Universidad de Nueva York, escribió libros sobre leyes y finanzas, e invirtió su dinero hasta amasar una considerable fortuna. Entre 1957 y 1971 también practicó la abogacía en una firma legal neoyorquina dedicada al derecho societario, donde coincidió con el ex presidente del Comité Nacional Republicano Leonard Hall, y participó en varias publicaciones.

El Presidente Richard Nixon lo nombró presidente de la Comisión Supervisora del Mercado de Valores y Materias Primas (SEC) en 1971. De allí pasó al Departamento de Estado como Subsecretario de Estado para Asuntos Económicos (1973-1974), hasta que el Presidente Gerald Ford lo seleccionó para presidir el Banco de Importación-Exportación (Eximbank). También sirvió en el Comité de Asesores de Inteligencia del Presidente Ford, en 1976.

En 1977 volvió al sector privado, a trabajar como abogado para la firma Rogers & Wells en Nueva York y Washington DC. En 1978 fue uno de los co-fundadores del International Center for Economic Policy Studies, más tarde llamado Instituto Manhattan, un think tank conservador dedicado a impulsar proyectos continentales para encauzar las acciones de los cuerpos de Seguridad e Inteligencia hacia la defensa del capitalismo.

Jefe de la campaña presidencial de Reagan (1980)

En 1979 ejerció de recaudador de fondos para la campaña presidencial del Gobernador Ronald Reagan en la Costa Este hasta que, tras la derrota del candidato en el Caucus de Iowa, se convirtió en su campaign manager en sustitución de John Sears. Cuando Reagan aseguró la nominación, Casey fue uno de los pocos hombres de su equipo electoral que abogó en favor de la selección de George Bush como su running-mate.

Casey contrató para la campaña a antiguos oficiales de la CIA, y a disidentes del Consejo de Seguridad Nacional de la Administración Carter, que reportaron abundante información privilegiada para enfrentar al Presidente Carter. También recibió filtraciones de funcionarios de la CIA en activo, descontentos con el trato de Carter hacia la Agencia.

Lo que más temía Casey era que la Casa Blanca de Carter lograse un acuerdo de última hora con el Gobierno iraní para liberar de forma pacífica a los rehenes estadounidenses secuestrados en Teherán. Habían llegado a sus oídos informaciones que indicaban que estaba a punto de cerrarse un trato con las autoridades iraníes para liberar a los rehenes la última semana de octubre. Eran buenas noticias para las ambiciones reeleccionistas de Carter, y malas para los intereses electorales de Reagan.

Según Barbara Honegger, integrante del equipo electoral de Reagan-Bush, William Casey y otros representantes de la campaña, en concreto Richard Allen y Donald Gregg, participaron en dos tandas de reuniones con representantes iraníes, primero en verano en el Hotel Ritz de Madrid, y después entre los días 19 y 20 de octubre en los hoteles Raphael, Crillon y Florida de París.

El objetivo habría sido asegurarse de que la liberación de rehenes no tuviera lugar antes de las elecciones presidenciales, aprovechando que Irán -en guerra con Iraq desde septiembre de ese año- necesitaba desesperadamente equipamiento para sus fuerzas armadas y podía pensar que un cambio en la Casa Blanca podría llevar a acuerdos más beneficiosos para sus intereses.

Director de la CIA (1981-1987)


En la imagen: el Presidente Ronald Reagan y William Casey en 1981.

En 1981, el nuevo Presidente Ronald Reagan nombró a William Casey Director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA). Se convirtió en el primer Director de la CIA con rango de oficial del Gabinete Presidencial, una primera señal de la importancia que la nueva administración quería otorgar a la Agencia. Pero además de liderar la Inteligencia, Casey, junto a la Embajadora Jeanne Kirkpatrick, ejercería oficiosamente como "ministro de ideología" de toda la política exterior del Presidente Reagan.

Bajo la influencia de Casey, en la primera política exterior de Reagan se observó una marcada tendencia hacia la privatización de la actividad diplomática, que empezó a articularse a través de circuitos privados o secretos ajenos al cuerpo profesional del Servicio Exterior. La estrategia se concretaría con la creación de organizaciones no gubernamentales como la National Endowment for Democracy (NED), utilizadas para maniobras de penetración exterior vinculadas a la transmisión de ideas, y el reclutamiento y entrenamiento de futuros líderes de países extranjeros.

Casey era parte de "la familia" que se había formado en la Oficina de Servicios Estratégicos (OSS) en los años cuarenta, y relanzó la CIA al estilo de los años cincuenta y sesenta, cuando sus excesos en las operaciones clandestinas provocaron numerosos escándalos que conducirían en los setenta a la aprobación de leyes restrictivas sobre sus actividades. Reclutó formal o informalmente a los viejos agentes de operaciones encubiertas, volvió a dar prioridad a la Inteligencia Humana, y convirtió el desarrollo de tramas de intercambio de materiales y servicios con agentes comerciales privados en un factor básico de la articulación de estrategias políticas a espaldas del Departamento de Estado.

Afianzó las relaciones con los servicios de Inteligencia de estados del Medio Oriente para involucrarlos en operaciones anti-terroristas que la CIA no pudiera ejecutar. Fue el caso de su estrecha colaboración con Akhtar Abdur Rahman, Director del ISI pakistaní, en la asistencia encubierta a los muyahidines afganos para procurar la derrota militar soviética en Afganistán. O el compromiso que logró imponer a los servicios saudíes para eliminar al terrorista chií Hussein Musavi, que terminó en fracaso al estallar la bomba sin herirlo y dejando en cambio 80 muertos.

Todo ello formó parte de una guerra encubierta de proporciones multicontinentales, con una serie de operaciones clandestinas ideadas para desestabilizar a gobiernos vinculados a la Unión Soviética alrededor de todo el mundo: Nicaragua, Angola, Afganistán, Irán, Mozambique, Cuba o Europa del Este. La misión de la CIA era ejecutar ataques a la periferia soviética utilizando a agentes mercenarios o fuerzas locales debidamente entrenadas, dentro de una estrategia coordinada en la que el Pentágono se encargaba de desatar la carrera armamentística destinada a obligar a los soviéticos a gastar costosos recursos.

A la CIA le correspondió también dar cobertura a la exageración de datos de la Administración para lograr más dinero para el presupuesto de Defensa. Casey encargó un cálculo manipulado de Inteligencia donde se señalaba que la ventaja de la URSS sobre EEUU en gastos militares alcanzaba los 420,000 millones de dólares, cifra que sería desmentida por las estimaciones independientes.

Y encabezó la campaña para desacreditar a la ONU lanzando la sospecha de que el ex Secretario General Kurt Waldheim había comprado el silencio de los rusos en el escándalo sobre su pasado Nazi, a cambio de otorgarles facilidades orgánicas para infiltrar agentes de Inteligencia soviéticos en la misión diplomática de la URSS en la sede de la ONU, en Nueva York.

Guerra encubierta contra Nicaragua

En 1981, el Presidente Reagan firmó la Directiva 17 del Consejo de Seguridad Nacional que posibilitó a la CIA de Casey empezar con el minado de los puertos nicaragüenses, el equipamiento de los ejércitos de Honduras, Guatemala y El Salvador, y el entrenamiento del brazo armado de la oposición contra el Gobierno sandinista de Nicaragua.

La CIA convirtió Honduras en un gendarme regional para Centroamérica. La Embajada de EEUU en Tegucigalpa se transformó en una de las embajadas más dotadas, y en una de las principales estaciones de la CIA en el mundo, con 150 funcionarios diplomáticos y un total de 600 empleados. Honduras reunía ventajas estratégicas por su posición geográfica entre Nicaragua y El Salvador, y comodidades políticas por la falta de una oposición izquierdista fuerte y organizada.

Un tratado especial de cooperación permitía el estacionamiento de una unidad de inteligencia militar norteamericana en Honduras, el 225 batallón de Georgia, y una escuadrilla de aviones-espía OV-I Mohawk, además de los 350 especialistas en procesamiento de datos que trabajaban en la Embajada estadounidense en Tegucigalpa, y los 80 especialistas del centro de Isla del Tigre que vigilaban el posible paso de armas de Nicaragua a la guerrilla salvadoreña.

Desde allí comenzó a ejecutarse la intervención encubierta en Nicaragua mediante mercenarios y guerrillas locales especializadas en operaciones de sabotaje, y compuestas por antiguos soldados somozistas entrenados en campos hondureños, que serían conocidos como los grupos "contras". Estos grupos estarían bajo el mando de Duane Clarridge, un alto oficial de la CIA que contaba con la total confianza de Casey.


En la imagen: William Casey habla con el Presidente Reagan en el Despacho Oval de la Casa Blanca, en 1983.

Escándalo Iran-Contras y muerte

En noviembre de 1986, el diario libanés 'Al Shiraa' destapó el escándalo Irangate (Irán-Contras): durante 18 meses, Washington había mantenido tratos confidenciales con Teherán para que intercediera ante la organización chiita Hezbollah, que mantenía secuestrados a seis estadounidenses en Líbano. Las negociaciones secretas se habían concretado en seis embarques de armas norteamericanas por valor de cien millones de dólares, entre agosto de 1985 y octubre de 1986. Y el dinero obtenido fue a parar de forma irregular a cuentas secretas de los Contras.

El caso se convirtió en un arma política utilizable que sirvió para descabezar parte de las tramas que habían operado al amparo de la CIA y el Consejo de Seguridad Nacional, y volvió a colocar a la Agencia, que creía haber recuperado el esplendor perdido, en el punto de mira de investigaciones legislativas y periodísticas que limitarían su poder. Los procesos a pilotos sorprendidos con drogas y con cargamentos ilegales de armas empezaron a llenar las cabeceras de los periódicos. Y empresas tapadera de la CIA, aparecían implicadas en la mayoría de procesos, con pilotos veteranos de Vietnam y mercenarios contratados por las redes orquestadas por la CIA.

William Casey sería considerado el principal arquitecto de la operación, pero el 16 de diciembre de 1986, un día antes de tener que testificar ante el Comité de Inteligencia del Senado, sufrió un ataque cerebral que le paralizó y le dejó sin habla. Tuvo que ser internado de urgencia en un hospital en Washington DC para practicarle la extirpación de un tumor cerebral maligno. Tras la intervención quirúrjica en el lado izquierdo de su cerebro, no llegó a recuperar nunca completamente sus funciones cerebrales, ni a articular palabra.

Debido a su incapacidad física, dejó la dirección de la CIA en enero de 1987, y murió cuatro meses después en el hospital Glen Cove de Nueva York, a los 74 años de edad. El Juez Lawrence E. Walsh estableció después que, "hay evidencias de que Casey jugó un papel a nivel de Gabinete en el montaje de las redes encubiertas para suministrar a los Contras durante el recorte de la Enmienda Boland, y en la promoción de las ventas secretas de armas a Irán en 1985 y 1986."

jueves, 11 de diciembre de 2008

Stansfield Turner: Director de la CIA (1977-1981)


Stansfield M. Turner (n. 1 de diciembre, 1923) Militar estadounidense. Fue Director de la Agencia Central de Inteligencia (1977-1981).

Carrera militar

Nació en Highland Park, Illinois. Ingresó en el Amherst College de Massachusetts en 1941, y se graduó en Ingeniería por la Academia Naval de los Estados Unidos en 1947. En la Academia Naval de Annapolis tuvo como compañero de clase al futuro Presidente Jimmy Carter. Más tarde atendió la Universidad de Oxford, logrando un Master en Filosofía, Política y Economía, en 1950.

En su carrera en la Marina, se convirtió en el segundo graduado de la Academia Naval después de la Segunda Guerra Mundial, en alcanzar el grado de Almirante. Estuvo al mando de varios buques en los mares de Indochina, durante la Guerra de Vietnam. Comandó el crucero con misiles guiados USS Horne, y las fuerzas navales estadounidenses en Japón y Corea. Posteriormente, fue destinado al mar Mediterráneo, coincidiendo con la crisis provocada por la presencia en este mar de la flota de guerra soviética.

Tras ocupar el puesto de director de la división de análisis de sistemas en el Pentágono, fue presidente de la Academia de Guerra Naval (1972-1974), destacando por reformar el sistema educativo de la institución y por invitar a conferenciantes opuestos a la Guerra de Vietnam. De allí pasó a ser Almirante en Jefe de la Segunda Flota de los Estados Unidos, y Comandante de la OTAN en el Sur de Europa (1975-1977).

Director de la CIA (1977-1981)

En 1977, el nuevo Presidente Jimmy Carter, antiguo compañero en la Academia Naval, lo nombró Director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA). Carter encontró en Turner a un hombre de confianza que podía ser bien recibido por los diferentes sectores: resultaba aceptable para los liberales por carecer experiencia anterior en los servicios de espionaje, y no estar viciado por las prácticas ilegales desarrolladas por la Agencia en los años anteriores; y su brillante carrera militar podía contrarrestar la desconfianza de los conservadores.

Llegó a Langley con una imagen de profesional innovador y transparente, siempre en estrecho contacto con políticos y militares de países aliados. Su trabajo al frente de la CIA estaría muy condicionado por su mentalidad naval. Creía que el territorio de EEUU se había mantenido seguro e impune durante años gracias al Océano Atlántico, y al papel de la Marina como escudo protector, pero las distancias oceánicas se habían convertido en las menos seguras del sistema norteamericano de Defensa, al sustituírse la guerra naval por ataques contra blancos terrestres. Turner se negaba a medir las capacidades propias y las amenazas soviéticas en términos cuantitativos, y otorgaba mayor importancia a las tendencias.


En la imagen: el Presidente Jimmy Carter se dirige a los empleados de la CIA en Langley, ante la mirada de Stansfield Turner (derecha), en 1977.

Desde un primer momento, trató de simplificar el sistema de múltiples niveles de la comunidad de Inteligencia, y continuó con el desmantelamiento de la vieja guardia de la Agencia. Eliminó 800 posiciones operativas, y despidió a casi un millar de veteranos agentes de operaciones encubiertas y jefes de estación. Esta decisión tuvo que ver con la promesa electoral de Carter de "limpiar" la Agencia, que el Presidente acabaría pagando caro porque muchos de los agentes despedidos se pondrían al servicio de los republicanos para operar contra Carter en las elecciones de 1980.

Bajo la dirección de Turner, la CIA enfatizó más en la Inteligencia Tecnológica y en la Inteligencia de Señales basada en la utilización de diferentes medios de comunicación para interceptar señales entre individuos o entre máquinas. Esto llevó a un evidente deterioro de la Inteligencia Humana, y de las técnicas de recolección de información por personal especialmente entrenado.

Los acontecimientos mundiales se encargarían de objetar gran parte de las innovaciones aplicadas en la Agencia en esta etapa. La necesidad de dar respuesta a la invasión soviética de Afganistán en 1979, descubrió a Turner la importancia de la Inteligencia Humana y la metodología clásica. Aceptó poner en marcha una operación encubierta de apoyo a las fuerzas anti-soviéticas en Afganistán, dictada desde el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. Por primera vez en la historia, armas proporcionadas directamente por la CIA (a los muyahidines afganos) iban a servir para matar a tropas regulares soviéticas.

Dejó la dirección de la CIA en 1981, coincidiendo con la salida de Jimmy Carter de la Presidencia. Le fue otorgada la Medalla de Seguridad Nacional.

Últimos años

Tras abandonar la CIA, sirvió en los consejos de administración de varias corporaciones estadounidenses. Ha escrito varios libros: Secrecy and Democracy; The CIA in Transition in 1985, Caging the Nuclear Genie; An American Challenge for Global Security; y Burn Before Reading: Presidents, CIA Directors, and Secret Intelligence.

Es miembro del Council on Foreign Relations, y es investigador de política pública en la Universidad de Maryland. En los últimos años ha sido muy crítico con las políticas de la Administración Bush.

George Bush (1976-1977)

A William Colby le siguió al frente de la CIA, George Bush de 1976 a 1977. Para hacer la biografía de alguien que aparte de Director de la CIA ha sido también Presidente, candidato presidencial, Vicepresidente... necesitaría varios días, y me cortaría el ritmo. Así que pasaré directamente al siguiente Jefe de la CIA, el Almirante Stansfield Turner (1977-1981).

miércoles, 10 de diciembre de 2008

William Colby: Director de la CIA (1973-1976)


William Egan Colby (n. 4 de enero, 1920 - m. 27 de abril, 1996) Abogado y espía estadounidense. Fue Director de la Agencia Central de Inteligencia (1973-1976).

Primeros años

Nació en Saint Paul, Minnesota, en el seno de una familia católica. Su padre era un oficial de la Armada que había servido como profesor de lengua inglesa en universidades de China, Georgia, Vermont, y Washington DC. Y su abuelo, Charles Colby, había sido profesor de Química en la Universidad de Columbia. William Colby atendió primero la Universidad de Princeton, y se graduó después en Derecho por la Universidad de Columbia.

Su primer empleo como abogado fue en la firma legal neoyorquina Donovan, Leisure, Newton & Irvine, dirigida por William J. Donovan, el que fuera director de la Oficina de Servicios Estratégicos (OSS) durante la Segunda Guerra Mundial. Tras dos años en la firma, Colby deseaba litigar para el Gobierno, y aceptó un puesto asociado en la National Labor Relations Board, en Washington DC.

Segunda Guerra Mundial: agente de la OSS en Francia y Noruega

Entró en la Oficina de Servicios Estratégicos (OSS) durante la Segunda Guerra Mundial, saltando en paracaídas tras las líneas enemigas dos veces: en agosto de 1944, se infiltró en la Francia ocupada para ayudar en la resistencia contra los Nazis, operando primero con los maquis, protegiendo el avance de las fuerzas del General George Patton de posibles contraataques alemanes, mediante el sabotaje de puentes sobre el río Loire; y en abril de 1945, lideró un grupo especial que se introdujo en Noruega a través de los bosques cercanos a Trondheim, para cumplir con una misión de sabotaje contra las fuerzas alemanas. Fue condecorado con una Estrella de Plata y las menciones de honor de Noruega, Francia, y Gran Bretaña.

Terminada la Guerra, en 1947 se integró en la recién creada Agencia Central de Inteligencia (CIA). En los siguientes doce años, serviría como agente de Inteligencia sobre el terreno. Primero en Estocolmo, Suecia, colaborando en la puesta en marcha de la Operación Gladio, un entramado paramilitar que tuvo como objetivo prepararse ante una eventual invasión soviética de Europa Occidental. Y más tarde en Roma, Italia, donde lideró las operaciones políticas encubiertas de la CIA para apoyar a los partidos anti-comunistas y detener la influencia soviética. En los años 50, los democristianos italianos y sus partidos aliados ganaron algunas elecciones clave que evitaron la toma de poder del Partido Comunista.

Operaciones de Inteligencia en Vietnam (1959-1971)


En la imagen: William Colby en Vietnam, en los años 60.

En 1959 fue destinado a Vietnam, como Jefe de Estación de la CIA en Saigon. Y en 1962 se convirtió en Adjunto y después Jefe de toda la División de la CIA en el Lejano Oriente. En esos años estuvo implicado en todas las políticas de Washington en el Este de Asia, particularmente en Vietnam, pero también en Indonesia, Japón, Corea, o China. Fue muy crítico con la decisión de la Administración Kennedy de abandonar al Presidente survietnamita, el autoritario Ngo Dinh Diem, y siempre pensó que esa decisión contribuyó al debilitamiento de la posición de Vietnam del Sur en los años posteriores.

En 1968, cuando se preparaba para convertirse en Jefe de Estación de la CIA en Moscú, el Presidente Johnson le pidió que volviera a Vietnam como adjunto de Robert Komer, a quien había puesto al cargo de la parte civil de los esfuerzos americanos contra los comunistas. Al poco tiempo, Colby sucedió a Komer como jefe de los esfuerzos conjuntos EEUU-Vietnam del Sur para la pacificación rural. Este fue un intento por sofocar la insurgencia comunista en Vietnam del Sur, y parte de ese esfuerzo fue el controvertido Programa Phoenix, una iniciativa diseñada para identificar y destruir, mediante asesinatos, secuestros y torturas, la infraestructura civil del Viet Cong.

Director de la CIA (1973-1976)

Colby volvió a EEUU en 1971, y en 1973 fue nombrado Director de Operaciones de la CIA bajo la dirección de James Schlesinger. A pesar de haberse movido durante toda su carrera en la sección de operaciones encubiertas, el sector más inmovilista de la Agencia, Colby se vio atraído por el enfoque reformista de Schlesinger. Y cuando Schlesinger se convirtió en Secretario de Defensa, Colby fue su sucesor natural como Director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA). El Presidente Nixon vio en Colby a un profesional, un tecnócrata con pasado de espía heróico, que podría contener la agitación dentro de la Agencia.

Dirigió la CIA en unos años convulsos en el escenario mundial. Poco después de asumir el cargo, estalló la Guerra del Yom Kippur, un evento que sorprendió a las agencias de Inteligencia estadounidenses e israelíes. Esa falta de previsión afectó a su credibilidad ante el Presidente Nixon.

En 1974 organizó una operación encubierta para impedir que el Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA) tomara el poder. Con ese propósito la CIA empezó a enviar más armas y dinero al FNLA y la UNITA, dos movimientos opositores al MPLA. Y confirmó el papel de la CIA en el derrocamiento de Salvador Allende en Chile, en lo que sería un exitoso prototipo para probar las técnicas de gran inversión económica destinada a la desestabilización de gobiernos extranjeros. Fue jefe de la CIA en el momento de la puesta en marcha de la Operación Cóndor en el Cono Sur, y sostuvo que gracias a la persecución de los opositores se estaba evitando una guerra civil en Chile.


De izquierda a derecha: Nelson Rockefeller (Vicepresidente de EEUU), Brent Scowcroft (Consejero de Seguridad Nacional) y William Colby (Director de la CIA), en 1975.

Pero su etapa de dos años y medio al frente de la CIA -continuó con Gerald Ford hasta enero de 1976- se vio pronto ensombrecida por diferentes investigaciones del Congreso sobre actividades turbias de la Agencia que, encabezadas por el Senador Frank Church y el Congresista Otis Pike, fueron una respuesta a la pérdida de confianza del pueblo americano en sus instituciones, como consecuencia del Watergate. Hubo un juicio público de todas las actividades emprendidas por la CIA en los veinticinco años anteriores, que cambió para siempre la imagen que los ciudadanos tenían de ella.

Colby tuvo que testificar ante los comités legislativos y, a diferencia de otros ex altos cargos, decidió cooperar en las investigaciones. Creía fírmemente que la CIA tenía la obligación moral de cooperar con el Congreso y demostrar que era responsable ante la Constitución. Aunque también estaba convencido de que cooperar con los legisladores era la única manera de salvar a la CIA de la disolución. Las conclusiones de los informes del Congreso obligarían al Presidente Ford a firmar, a comienzos de 1976, la Orden Ejecutiva 11905, que establecería duras restricciones a las actividades de la CIA, y decretaría el final de sus años de esplendor.

La actitud colaboracionista de Colby en las audiencias ante el Congreso, causaría importantes fisuras en las filas de la Agencia, y en las organizaciones vinculadas a la comunidad de Inteligencia. Sería considerado como un traidor por muchos de los antiguos oficiales, sobre todo ex compañeros de la sección de operaciones encubiertas, como Richard Helms, que habían estado en la CIA desde su creación, y que consideraban que había que haber resistido a la intrusión del Congreso. Nunca entendieron que un espía de carrera como Colby actuara de esa manera.

Cesó como Director de la CIA en enero de 1976. El Presidente Gerald Ford le ofreció ser Embajador de EEUU ante la OTAN, pero rechazó el ofrecimiento.

Después de la CIA

Tras abandonar la CIA, Colby se convirtió en un defensor público del desarme nuclear y la reducción del gasto militar. Volvió a ejercer la abogacía, y prestó asesoramiento a diferentes organismos en asuntos de Inteligencia. Escribió dos libros: uno de memorias, titulado Honorable Men; y otro sobre Vietnam, titulado Lost Victory, en el que mantenía que la estrategia de contra-insurgencia en Vietnam estaba teniendo éxito a principios de los años 70, y que Vietnam del Sur hubiera podido sobrevivir si EEUU hubiera mantenido su apoyo después de los acuerdos de paz de París.

En los años 90, junto al ex director del KGB Oleg Kalugin, prestó asesoramiento técnico a la compañía Activision en la creación del juego interactivo en CD-Rom denominado Spycraft, un simulacro de la lucha entre las dos agencias de Inteligencia durante la Guerra Fría.

Muerte en extrañas circunstancias

El 27 de abril de 1996, William Colby desapareció misteriosamente en las cercanías de su casa en Rock Point, Maryland, después de decirle por teléfono a su mujer (que se encontraba en Washington DC) que se iba a pescar. Su esposa denunció la desaparición, y al día siguiente, un equipo de rescate encontró su canoa, dada vuelta, en el río Wicomico. Las operaciones de búsqueda continuaron por nueve días, hasta que su cadaver fue encontrado el 6 de mayo en el fangoso fondo del río. Se estableció que había muerto ahogado después de haber sufrido un ataque cardíaco que le hizo caer de la canoa. No hubo más investigación.

A pesar de la versión oficial, algunos se apoyaron en algunas extrañas circunstancias para defender que pudo haber habido una conspiración: rara vez solía montar en canoa de noche; no había dicho a su mujer que tuviera intención de hacer piragüismo; su casa no estaba cerrada con llave, la radio y el ordenador estaban encendidos, y había comida sobre la mesa; no se había puesto el chaleco salvavidas que habitualmente solía ponerse cuando hacía piragüismo; su cuerpo fue hallado a unos 18 metros de la canoa aproximadamente, después de que el área fuese rastreada varias veces antes.