El texano libertario

Este post gustará especialmente a un amigo. Lo llamamos "Johnny Bañadores". Es un andaluz vago, vago, vago. Anda por Nashville desde hace un par de años. Acostumbrado a las playas de Fuengirola, las primeras semanas en Nashville se dedicaba a salir de su casa metido en un horrible bañador de flores y chancletas, y se iba directamente a bañarse en el río Cumberland. Hasta que tuvo problemas con la policía y, tras pasar media docena de veces por el calabozo por alteración del orden público y acoso a señoras casadas, al final entró en razón y decidió sustituir el río por la piscina.

Ahora anda con otra obsesión. Esa obsesión se llama Ron Paul. En realdiad esta fijación se relaciona con su adicción al baño público, las palas, y toda esa cultura del andaluz perezoso. Está convencido de que Ron Paul es el tipo de hpolítico que le dejaría bañarse en el río Cumberland sin decirle nada. Por eso de que es un libertario. Así que a él le dedico este artículo que José María Marco, autor del libro 'La Nueva Revolución Americana', ha escrito en español sobre la figura de este peculiar congresista septuagenario típicamente texano. Un tipo único. De eso no hay duda. No hay otro igual. El libertario victorioso.

(...) Pues bien, Ron Paul es un liberal de verdad, de esos a los que en Estados Unidos llaman libertarios. Está a favor de la restauración del patrón oro, siendo como es un seguidor estricto de los economistas austriacos. Quiere suprimir, entre otras muchas agencias gubernamentales que juzga inútiles y perjudiciales, la Agencia Tributaria (el IRS), así como el impuesto sobre la renta. Más aún, aspira a revocar la decimosexta enmienda a la Constitución, que estableció el impuesto sobre la renta en su forma actual. (...)