Todo precandidato presidencial que se precie debe verse envuelto en al menos un escándalo durante la precampaña. Barack Obama ya tiene el suyo. Uno que se llama "The Rezko Scandal". Política, dinero, corrupción y apellidos extravagantes en una gran metrópoli. Muy cinematográfico. Todo se debe a que el hoy Senador trabajó durante seis años para una firma de abogados de Chicago, llamada Miner Barnhill and Galland, que había estado relacionada con la Rezmar Corporation, propiedad de Tony Rezko, hoy procesado. El Chicago Sun-Times lanzó el escándalo.
Rezko habría obtenido millones de dólares del estado de Illinois para rehabilitar apartamentos para los más necesitados. Construcciones que han sido investigadas por violar leyes y el Consejo Municipal de Chicago interpuso una demanda. Ahora se ha sabido que la firma de abogados a la que pertenecía Obama, colaboró en los negocios de Tony Rezko, y que el propio Obama, cuando era miembro de la Asamblea Estatal de Illinois, recibió 50,000 dólares en contribuciones de campaña de Rezko entre 1995 y 2004. Sus enemigos no han tardado en lanzarse a su cuello. Aunque también le han salido defensores como Conor Clarke con su artículo The plot against Obama.
martes, 24 de abril de 2007
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