Acaba de regresar Thomas Tomás de su viaje a Little Rock. Allí ha estado dos días investigando cuales puedan ser los pasos del General retirado de cuatro estrellas Wesley Clark en relación a la carrera presidencial. Thomas me trae una conclusión. Comprimida en una sóla frase. La frase que repiten los miembros del movimiento Draft Clark y la gente que habla y escucha al General. “I'm not a candidate for president, but I haven't said I won't run".
Thomas tuvo ocasión de almorzar ayer con James W. Urrutikoetxea, del Boston Courier. Lo hicieron en el restaurante italiano Ciao's, situado en el 7th Street de la capital de Arkansas. Un lugar que os recomiendo. El caso es que Urrutikoetxea, conocido como Patxiki en los círculos vasco-americanos, había viajado hasta Little Rock por el mismo motivo. Para investigar los pasos de Clark. Patxiki es el encargado del Boston Courier de cubrir la primaria de New Hampshire, y según él la última vez que Clark fue visto en el estado de granito fue el pasado 4 de marzo cuando acudió a un acto de recaudación de fondos en favor de la congresista Carol Shea-Porter.
Según Patxiki, las visitas de Clark a New Hampshire han sido menos frecuentes de lo que serían las visitas de alguien que se toma con seriedad la posibilidad de entrar en la carrera electoral. Pero también han sido más frecuentes y sospechosas que alguien que no tiene ninguna intención de aspirar a la Presidencia. Se despacha a gusto contra Bush, habla de los errores en Iraq, y defiende la necesidad de avanzar programas sociales progresistas. Y esto gusta a los activistas demócratas que participan en el proceso.
Entonces, ¿cual es el motivo por el que tarda tanto en dar el paso definitivo y anunciar su candidatura? Tiene muy fácil explicación. Wes Clark no es el tipo de hombre que se sienta a gusto pidiendo el voto subido a un escenario con un micrófono en la mano. Él es más un hombre de estudio de CNN, que sentado alrededor de una mesa y delante de un periodista explica sus opiniones de forma tranquila y ordenada.
Lo de dedicar 15 horas al día, sin interrupción y sin intimidad ni siquiera para comer, a recorrer el país de punta a punta es algo que le provoca vértigo. Sabe que hay muchos que son mejores que él haciendo eso, y a los que nunca podrá alcanzar tal y como están planteadas las carreras electorales hoy en día.
No entra en la batalla pero se mantiene a las puertas de la misma. Para que lo vean. Para seguir luciendo sus cuatro estrellas de General y nadie se olvide de su cara. Nadie se olvide que él puede cubrir muchas de las lagunas de los candidatos principales, aunque estos sean mejores que él vendiendo su producto. Él cree en su producto, pero no cree en su capacidad para venderlo.
Él sueña con un ticket Clinton-Clark u Obama-Clark. Puede que dentro de 3 meses lance su candidatura, cuando ya los demás le lleven mucha ventaja, y pueda hacer sin presión el tipo de campaña que a él le gusta. Más dirigido a convencer a los demás candidatos o a los jefazos del partido para que cuenten con él, que a convencer al público de que vote por él.
Él no tiene vocación de vendedor de electrodomésticos. Vicepresidente Clark, Secretario de Estado Clark... busca ser un hombre para la historia. Mientras tanto seguirá dando charlas en lugares donde no están los votos, como el Club Diplomático de la School of Foreign Service de la Universidad de Georgetown. Es lo que está haciendo precisamente mientras yo escribo estas líneas.
domingo, 18 de marzo de 2007
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1 comentario:
Hola de nuevo Antxon!!!
Tal vez le falte un poco de confianza, no sé. A veces es mejor ir despacito.
Llevas tus investigaciones a muy buen ritmo, te felicito.
Maite zaitut =*
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