miércoles, 4 de junio de 2008

Resumen de la Primaria Demócrata - 2008

Hace casi dos años, en agosto de 2006, las ambiciones presidenciales de la Senadora Hillary Clinton ocupaban la portada de la revista Time. Era una mirada preliminar a una candidatura largamente anunciada. Con ella no habría término medio. Su aventura sólo podía tener dos salidas: héroe o fracaso. Las elecciones de 2008 parecían estar esperando para coronar a la Senadora Clinton. Las bases del partido lo tenían asumido, los grandes donantes la esperaban, los medios que adoraron a su marido tenían el guión preparado -Clinton News Network (CNN), Clinton Broadcasting System (CBS), National Broadcasting Clinton (NBC), American Broadcasting Clinton (ABC), y los demás.

Si observamos ese escenario preliminar llegaremos a la conclusión de que su campaña ha resultado en un estrepitoso fracaso. Pero seríamos injustos si no analizasemos algo que podría señalar un antes y un después en su carrera pública: su transformación en estos últimos cinco meses. Cuando todo empezó, Hillary era la típica candidata demócrata: procedente de un estado de la Costa Este, educada en la Ivy League, de marcado snobismo en el estilo, liberal en las costumbres, imitadora de las tendencias de moda, feminista, desconectada de gran parte de la sociedad, pero bien relacionada con los grupos de interés y la clase gobernante de Washington DC.

Nadie veía a esa mujer como la candidata de los trabajadores industriales o los votantes no universitarios de ingresos bajos. Ese era el rol de John Edwards. Hillary era una candidata de consumo urbano, con afinidad con cierto electorado de estudios superiores que se manifiesta como liberal por una cuestión de principios. Barack Obama empezó a reclamar ese rol para sí, y Hillary no pudo luchar contra la fuerza de su imagen, sin duda más atractiva. En busca de la supervivencia, la Senadora Clinton se hizo con el personaje que la desaparición de Edwards dejó vacante en toda esta historia. Debió colgar un retrato de Lyndon Johnson en la pared de su despacho, y se transmutó en él. Hizo suya la herencia del idealismo de la Great Society, convirtió a las gentes de estados representativos de la revolución Johnson -como Kentucky o West Virginia- en su caballo de batalla, y se autoproclamó candidata de la América pobre que piensa más en las privaciones materiales, que en códigos estéticos liberales.

Esa evolución la ha convertido en una mejor candidata de lo que era al principio del proceso. Ha adecuado su perfil al voto fluctuante que dio la Presidencia a los republicanos en las últimas elecciones: el blanco de bajos ingresos, patriota, bebedor de cerveza, residente en grandes estados del Rust Belt y el Medio Oeste, poco interesado por la política, que no participa en mítines, pero que va a votar cada cuatro años. Su campaña de los últimos tres meses ha sido una denuncia de la deriva hacia el elitismo que el Partido Demócrata ha experimentado en los últimos años. Paradójicamente, esa misma deriva era lo que hace un año convertía a Hillary en favorita para hacerse con la nominación.

El éxito de Obama se ha apoyado sobre tres bases: carisma, organización y voto negro. Ha explotando una idea que resulta muy sugerente para cualquier elector: les ha convencido de que están haciendo historia. Valiendose de su carisma y puesta en escena, les ha propuesto imaginar una América mitificada. El mensaje funciona en una sociedad que siempre ha creído en mitos. A partir de ahí, sólo ha tenido que fortalecer su organización de campaña valiéndose de los vestigios del fallido esfuerzo electoral que puso en marcha Howard Dean hace cuatro años, en la misma medida en que George McGovern operó en su día a través de las redes que cuatro años antes habían construído candidatos como Eugene McCarthy, desplazando la influencia de organizaciones tradicionales de la maquinaria del partido -en este caso largamente vinculados a los Clinton. Esa ventaja organizativa le ha permitido dominar los Caucus. De los 29 estados que ha ganado, 13 han sido caucuses -de los 21 que ha ganado Clinton, sólo uno ha sido caucus.

El tercer factor ha sido el voto negro. Como ya dije hace tiempo, la campaña de Obama ha sido en muchos aspectos una imitación apenas procesada de la fallida experiencia de Gary Hart en 1984. De la misma manera que Hart fue el primer candidato en el que se reflejaba la generación de baby-boomers, ajena a la II Guerra Mundial, Obama sería el primer candidato de una generación que no experimentó en primera persona los traumas de Vietnam o la agitación de los años 60. Comparte con Hart una visión liberal de la planificación social, pero una visión mucho más conservadora que la de generaciones anteriores en planificación económica. Como Gary Hart fue un símbolo yuppie, Obama lo es de los profesionales urbanos con estudios superiores.

Lo que ha hecho de Obama un producto más competitivo que Hart en las internas demócratas ha sido su accesibilidad al voto afroamericano. Hart nunca fue del agrado de los negros. Triunfó en estados grandes y en las Rocosas, pero se le resistió el Sur. Este año el "Hart" de turno ha sido negro. Su victoria en los estados sureños en los que el voto afroamericano ha acaparado las primarias del partido, ha sido el valor añadido que Obama ha aportado a la experiencia de Hart, convirtiéndola en experiencia ganadora veinticuatro años después.

Es sin duda meritorio el triunfo de alguien que pertenece a una minoría que representa sólo el 12% de la población total del país. Pero no por ello podemos dejar de advertir sobre algunas señales preocupantes, de las que el voto latino es el menor de los problemas. De los cinco estados más poblados de la Unión, Obama sólo ha lorgado vencer en uno -Illinois, su hogar. De los diez más poblados, descartando Illinois, sólo se ha llevado dos -Georgia y Carolina del Norte, noveno y décimo en el ranking. Su rendimiento ha sido impropio al de un front-runner en los cuatro estados más competitivos del área del Rust Belt y los Apalaches -Ohio, Pennsylvania, West Virginia y Missouri.

Grandes porcentajes de blancos pobres de una cultura más básica y conservadora que la urbana le han dado la espalda. Y sus triunfos en el Sur no han sido un indicativo de su fortaleza en esas plazas, ya que su dominio del electorado negro contrastó con amplias derrotas entre los blancos. Esto pone en duda que en noviembre pueda disputar la victoria en estados como Arkansas, Georgia, Louisiana o Tennesse, todos ellos ganados de forma decisiva por el último demócrata que accedió a la Casa Blanca -Bill Clinton.

Mapa electoral


(Hacer click sobre la imagen para ver más grande)

BARACK OBAMA (29 estados; 16 primarias y 13 caucuses): Iowa, Maine, Dakota del Norte, Colorado, Kansas, Idaho, Alaska, Minnesota, Nebraska, Washington, Wyoming, Hawaii, Carolina del Sur, Delaware, Connecticut, Missouri, Utah, Louisiana, Virginia, Maryland, Wisconsin, Alabama, Georgia, Illinois, Vermont, Mississippi, Carolina del Norte, Oregon y Montana (mas Distrito de Columbia, Guam y Virgin Islands).

HILLARY CLINTON (21 estados; 20 primarias y 1 caucus): New Hampshire, Nevada, Michigan, Florida, New Jersey, Massachusetts, Nueva York, Arkansas, Oklahoma, California, Arizona, New Mexico, Tennessee, Ohio, Rhode Island, Texas, Pennsylvania, Indiana, Virginia Occidental, Kentucky y Dakota del Sur (mas Puerto Rico).

Reparto de Delegados (a fecha de hoy)

Barack Obama 2,156 delegados (1,762 delegados electos + 394 superdelegados)

Hillary Clinton 1,923 delegados (1,637 delegados electos + 286 superdelegados)

John Edwards 6 delegados


(2,118 necesarios para ganar)

14 comentarios:

Anónimo dijo...

De los Estados del Sur en los únicos que se le puede dar algo de " chace " es en Virginia y Lousiana, en los demás a perder y en los citados creo que también. Muchos de los votantes de H.R.C en estos Estados han de votar a Mc Cain. Arkansas, Tenessee, WV y Kentucky, a perder. En los de la Costa Este perderá como mínimo NH y tendrá problemas en algún otro. Michigan, Iowa, Wisconsin y Missouri, a pelearlos y duro. OH pierde seguro. Penn a pelearlo. De los del Sudoeste, puede tener alguna opción en Colorado y Nevada. Ganará en Minessotta y Hawai. Con lo que le queda no gana y no me hace falta hacer encuestas. De los votantes Clinton, no menos del 50 % le votan a Mc Cain. Y luego están las legislativas. La presidencial puede hcer el " efecto llamada ". Así que espabilen los demócratas que teniendo todas las de ganar se pueden dar un buen batacazo.

Unknown dijo...

Obama es el peor candidato imaginable para el Partido Democrata en un año que, en principio era triunfal para ellos.

Obama gana esos estados de Nueva Inglaterra y de la Costa Oeste que son tan democratas que estaban ganados fuera quien fuera el candidato. A esto pude sumar algun estado pequeño del Oeste (Colorado o Iowa) que no tienen apenas votos electorales. En todos los estados del Oeste lo haa genial, mucho mejor que ningun candidato Democrata en años....pero no sumara ningun voto electoral(los que cuentan) mas. Resultado...muy buen resultado e voto popular y pesimo en electoral

Clinton por contra sumaria a la base democrata ya citada los estado claves de Ohio y Florida (con esto ya bastaria para ganar)mas estados de los Apalaches como virginia Occidental o incluso Kentucky y aunque aprezca soprendente mejores resultados en el sur que Obama ganando estados como Arkansas,Tenesse o Missouri (Obama arrasa en las primarias democratas del sur, donde los negros son un factor clave...pero en las generales, los blancos son mayoria...y en el sur la cuestion racial, por desgracia, aun pesa)

En definitiva la victoria, que con Clinton estaba asegurada con Obama esta muy en el aire...Salvo que el fenomeno Obama logre hacer milagros y atraerse de manera inesperada alguno de los estado veletas del Medio Oeste (Florida la doy por perdida) McCain sera el proximo presidente de los EEUU. Es, en cierto sentido, el fenomeno inverso de las elecciones de 1992 cuando todo parecia indicar al principio de la carrera una facil victoria Republicana (que llevo a los politicos democratas de mas peso a no presentarse) y acabo ganando Clinton


Se me acaba de ocurrir una idea que es una ida de olla, y seguro que no ocurre...pero y si Clinton se la jugara en plan Teddy Roosevelt y se presentara como un tercer partido...ganar es imposible...pero...¿y buscar el triple empate como intento Clay contra Jackson?

Unknown dijo...

Se me olvido añadir en el analisis de Clinton que esta lo haria fatal en el Oeste, y que incluso podria llegar a tener menos votos populares que Obama en todo el pais (aunque lo dudo)...pero...y ahi esta el tema que los analistas muchas veces olvidan...los que cuentan son los electorales...y ahi Clinton es claramente mejor candidata...

Antxon G. dijo...

Sí. Es lo que llevo meses diciendo. Clinton puede ganar la elección variando el color de un sólo gran estado como Ohio, con Obama eso queda en el aire y se ve obligado a no descuidar el plan b que estaría en todos esos pequeños donde los sondeos le dan opciones y que tendría que ganarlos casi todos si no gana ninguno grande.

Y con la duda más que razonable de si sus buenos números en estados como Colorado, Nevada, New Mexico o Virginia, aguantarán las embestidas de los republicanos cuando estos coloquen en el centro deld ebate en esos estados el historial de Obama en temas de control de armas, Segunda Enmienda, etc. una serie de cosas que no han sido sometidos a debate en la disputa Obama-Clinton, y sí lo serán en la pelea Obama-McCain.

Clinton no se presentará jamás de independiente. Así acabarían sus opciones de volver a intentar hacerse con la nominación demócrata en el futuro. Ahí tienes a Mccain, que hace ocho años recibió ofertas para ir de independiente después de perder las primarias republcianas. No lo hizo y ha tenido una segunda oportunidad.

Jordi Coll dijo...

Estos posts son magníficos.

Antxon G. dijo...

Lo que me ha gustado de poder hablar en pasado de las primarias, o mirar los mapas ya completados, es el pensar cómo nos rompíamos la cabeza el año pasado pensando en cómo quedaría todo esto, y ya es algo consumado. Creo que nadie pensábamos que tendríamos mapas tan variados como hmos tenido tanto entre demócratas como entre republicanos.

Da gusto, si lo comparas con lo de 2004, que en dos semanas estaba acabado.

Anónimo dijo...

me parece que estan todos hablando como para acostumbrarse a que las cosas van a seguir igual antes de que sigan igual. Pero Obama perdia con Hillary tambien y despues solo le habrian alcanzado unos votitos mas en New Hampshire para que todo durara 5 meses menos. Por otro lado deberiamos ver las cosas desde el lado republicano y alli nadie es tan optimista como los posteos de gente que cree que Obama es el peor candidato.
es sin dudas el mejor candidato para EE UU que mantiene el marketing de el sueño americano afuera.
Si la economia se va al diablo ni Lincoln ganaria para los Republicanos. Obama es el mejor candidato desde Thomas Jefferson.
Perdon por el optimismo pero es preferible antes que dar por perdidos estados a meses de las elecciones y hablar de Hillary como la salvadora de PD.

Jordi Coll dijo...

Jeje! Hace más de un año que empecé a leer tu blog y a seguir el proceso. El tiempo ha pasado volando.

Esto de Jefferson ya lo dijo Clinton.

Rafa Rubio dijo...

Dos dudas para el panel de expertos que se ha montado en este post:

1. Sobre organización, ¿no tenía Hillary a su disposición la estructura que Terry MacAuliffe presume haber montado cuando era el Chairman del DNC?¿Qué ha hecho Obama para heredar la estructura de Dean?

2. Comparto que la estrategia de Obama estaba centrada en el cuerpo a cuerpo y eso le ha permitido triunfar en los Caecus y en algunos Estados pequeños pero ahora que es un fenómeno de masas, no le da eso más oportunidades en los grandes Estados?

Antxon G. dijo...

La imposición de John Kerry como candidato en 2004 fue un claro ejemplo del dominio que la gente de Clinton tenía sobre el proceso. Pero la fallida campaña de Dean dejo establecidas nuevas estructuras, sobre todo a través de internet y a nivel de registros de nuevos votantes y líderes electorales (de los que no habían ido a reunioens tradicionales de los comités locales de los partidos) que han seguido funcionando (por ejemplo ha copado la blogosfera demócrata) y colaborando estrechamente con organizaicoens que surgieron en paralelo a aquel movimiento (por ejemplo moveon.org). Dean fue seleccioando para presidir el partido precisamente por la habilidad que demostró para levantar una potente organización de netroots. De alguna forma la experiencia de Dean sirvió para atraer al proceso a masas que hasta entonces no mostraban un interés activo por participar en la toma de decisiones interna.

Obama se ha valido de todo ese camino ya recorrido por otros antes. Y porque ha sabido combinar eso con el atractivo de su imagen.

Eugene McCarthy es el mejor ejemplo histórico de un caso similar. Jugó un papel parecido al de Dean en el 2004, salvando las distancias entre las dos épocas. Su campaña del 68 fue infructuosa, pero reveló la intensidad de la oposición a la Guerra de Vietnam en las bases del partido, y estableció el trayecto del partido para los años siguientes. Eso que después se ha llamado la deriva hacia el elitismo. Bobby Kennedy priemro, y Eugene McGovern después, fueron quienes aprovecharon el camino recorrido por McCarthy.

Antxon G. dijo...

1968 Democratic Presidential Nomination

B3lisario dijo...

Antxon, obviamente se que Hillary no va a presentarse como independiente, aunque seria una situacion interesante si ocurriera,daria muchisimo jugo a la campaña, pero nadie desperdiciaria sus opciones de futuro asi...mas aun cuando en el caso de una victoria de McCain su edad (y a ver la salud) posiblemente le aria un candidato a la reeleccion presidencial mucho mas debil de lo habitual...y podria tener ahi Hilalry su oportunidad...McCain, o Nixon, han demostrado qeu la tenacidad y paciencia pueden tener su recompensa...y Hillary no es tan mayor como para ahcer maniobras desesperadas...

Otro problema para lso democratas es la figura de McCain...suficientemente alejado de Bush como para vender que es difernte, gracias a su pronta nominacion (gracias al sistema usado por el Partido Republicano que la favorece) ha podido dedicar estos meses a cortejar a los sectores mas derechistas y conservadores de su partido, su talon de aquiles mientras los democratas luchaban entre ellos ..ahora, aprovechandose de la imagen de izquierdista y elitista de Obama se puede dirigir hacia el centro y hacia los trabajadores blancos de los estados del Medio Oeste que podiamos clasificar de izquierdistas en lo economico y muy conservadores en todo lo demas, y que muy posiblemente sin Clinton tiendan mas hacia McCain que hacia Obama.

Una pena de la candidatura de Obama es que este (ni McCain) no tiene la manor intencion de generalizar la cobertura sanitaria universal, un tema del qeu casi nos e ha hablado y qeu en mi opinion era una de las propuestas mas atractivas de Clinton

Rafa Rubio dijo...

Perdón por insistir pero me interesa el tema. La nueva pregunta sería por qué Hillary no fue capaz de aprovechar esas redes creadas por Howard Dean. Tengo la sensación que a Mccain le está pasando un poco como a Hillary con la estructura creada por el GOP en el 2000 y, sobre todo, en 2004. No creo que Obama se la vaya a robar, pero él no la está aprovechando como podría, y no termino de entender por qué.

Antxon G. dijo...

Por una cuestión de falta de previsión. Hillarys e apoyó en su gente, confiada en que el partidos eguía siendo el mismo que en 2004 logró imponer a Kerry sobre Dean. No tuvo en cuenta que las elecciones de 2004 supusieron un priemr acercamiento de gente nueva al proceso interno del partido, gente que en aquel momento llegaban d enuevos, pero que este año tenían más claro desde el principio cómo funcionar.

El candidato de esos nuevos líderes de base que atrajo deDean era el senador Russ Feingold, de Wisconsin. Feingold era su candidato soñado, la alternativa al continuismo del DLC que representaba Hillary, como antes Kerry o Gore. Pero Feingold optó por no presentarse, y ha sido Obama el que ha ocupado ese espacio con éxito.

En cuanto a lo que dices de Mccain. Este da la impresión de que no aspira a ganar las elecciones a toda costa como fue el caso de Bush. Bush ganó sus elecciones a base de agitar los debates más básicos, buscó una polarización extrema de la sociedad en torno a debates culturales o diferentes visiones de patriotismo, en la confianza de que con eso tenía asegurado el 51% de los votos populares, y los electores necesarios en el colegio electoral.

McCain busca superar eso, con los riesgos que implica. Aspira a más. Por eso relaja el discurso de Bush en muchos frentes. Por ejemplo, apenas habla de Dios o religión. Porque cree que si bien eso te puede asegurar una victoria muy ajustada en una elección extremadamente polarizada, te impide llegar a amplios sectores del electorado. Y no quiere que haya un 48% del electoraod que ni siquiera pueda llegar a considerar la opción de votarlo. Lógicamente implica riesgos, porque puedes eprder por mucho más, pero Mccain lo ve como un avance necesario. Y en parte lo es para hacer a los candidatos del partido competitivos en estados en los que antes lo eran.