
Su protagonismo este pasado fin de semana como defensor de los derechos de los votantes de Florida ante el Comité de Normas y Reglamentos del partido, le ha valido la admiración de los seguidores de Hillary Clinton. Nelson argumentó que el adelanto de la primaria fue una decisión impulsada por la legislatura estatal -controlada por los republicanos-, y que los votantes demócratas que participaron en la primaria debían ser exonerados de toda culpa, y respetada su decisión. Su avanzada edad no lo convertiría en una seria amenaza para una hipotética nueva aventura presidencial de Clinton. Podría ser un perfecto running-mate de consenso. El problema está en que desvirtuaría el mensaje generacional de Obama.
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