Hillary: "ahora empieza la parte divertida"

Han quedado atrás para Hillary Clinton aquellos tiempos en que sus asesores la recomendaban no dirigirse a sus rivales citando sus nombres, para demostrar que se situaba por encima de todos ellos. Ayer convocó a la prensa en Cedar Rapids, Iowa, para hablar de una sóla cosa: diferencias con Barack Obama. Aparte de apuntar diferencias en coraje y convicciones -conceptos ambiguos-, y llamarle charlatán por hablar más que hacer, embistió contra su plan sanitario para asegurarse su carta ganadora, su inclinación por los votantes mayores.

La tradición dice que dos tercios de los participantes en el Caucus de Iowa suelen ser personas que superan los 55 años de edad. Un perfil de votante muy realista al que no se consigue atraer a los centros de votación un frío atardecer de enero mediante simple retórica ilusionante de sueños y promesas. La Senadora Clinton dejó claro cual será su estrategia en este intenso mes de campaña: descubrir el conflicto existente entre la retórica idealista de Obama y lo que de verdad ofrece, recordando a los votantes que el health care plan de Obama dejaría a quince millones de americanos fuera, y contrarrestar así ese irresistible poder del encanto cosmético new face del Senador por Illinois.

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