El Presidente John F. Kennedy decidió prescindir de la figura de un Jefe de Gabinete en su administración. Decidió ser él mismo su propio Jefe de Gabinete, gestionando personalmente todos los nombramientos, y tuvo en su mano derecha Kenneth O'Donnell a la persona de plena confianza que atendía todos los asuntos secundarios de personal en la Casa Blanca, le ofrecía consejo político, y le solucionaba los problemas. El puesto de Jefe de Gabinete continuó vacante hasta el segundo mandato de Lyndon Johnson.
martes, 27 de enero de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario