Anoche se celebró el tan publicitado debate demócrata organizado por la CNN y Youtube, en la que los candidatos tuvieron que responder a una selección de preguntas grabadas en video por ciudadanos anónimos para el famoso portal de Internet. Lo mejor del debate el moderador, Anderson Cooper. Pasó totalmente desapercibido. Lo peor, lo de siempre, el formato y las reglas del debate. Por muchos elementos novedosos que se quieran incluir en la formulación de las preguntas o en la realización televisiva, el debate a ocho bandas siempre te deja con la sensación de haberse desaprovechado tres cuartos del tiempo utilizado para debatir.
Pocas conclusiones nuevas se pueden extraer. Hillary estuvo, una vez más, mejor que el resto. Bien entrenada, con oratoria segura y los conceptos bien ordenados en la cabeza y en la lengua. Obama sigue transmitiendo cierto desasosiego, empeñado en decir mucho en poco tiempo y buscando sin éxito la manera de descubrir algo que a Hillary se le hubiera olvidado comentar en el turno anterior. Siempre va a remolque. Y para colmo, se le ocurre decir que el Presidente de los Estados Unidos debe hablar con los líderes de Irán, Siria, Venezuela, Cuba o Corea del Norte.
Seguramente, a no ser que carezca de sentido de la realidad, no se refiriera en concreto a cumbres bilaterales del Presidente con esos líderes, pero es esa la idea que le queda en la mente al espectador. Frente a esas respuestas timoratas, Hillary ofrece la imagen de la líder que difícilmente sería engañada ni engatusada por ningún encantador de serpientes internacional, y que además podría tener la "suerte" de no ser demasiado apreciada por algunos indeseables autócratas árabes por el hecho de ser una mujer que viste de rosa y con pantalones.
El debate se celebró en Carolina del Sur, estado en el que según las últimas encuestas, la Senadora Clinton supera a Obama en 14 puntos. No creo que esa ventaja corra peligro después de lo visto ayer. Hillary siempre será más convincente que sus rivales en cualquier debate que acoja a tantos aspirantes esperando su turno. El formato de ocho candidatos tratados en igualdad de condiciones, le permite a Hillary hablar poco y bien, y evitar el cuerpo a cuerpo con un rival directo que la atosigue. Siempre saldrá bien parada de estos debates. Pero no conoceremos la verdadera dimensión de su talento para el debate hasta que se enfrente a un rival, sólo uno, que cuestione todas y cada una de sus palabras.
PostData: Mención especial para Joe Biden. Como siempre.
Video: Parte 1 / Parte 2 / Parte 3
martes, 24 de julio de 2007
El mismo debate de siempre
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